Colaboración

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Jesus de la Rosa.

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En las discusiones entre diplomáticos dominicanos y haitianos sobre la demarcación fronteriza, estos últimos siempre han pretendido que se acepten como hechos consumados acciones contrarias al derecho de territorialidad de los dominicanos.

Al amparo del artículo primero del Tratado de 1929, con las rectificaciones introducidas por el Acuerdo de 1935 y por el Protocolo de Revisión de 1936, se trazaron los límites fronterizos que separan la República Dominicana de Haití.

Con la firma de un nuevo tratado y el trazado de los límites fronterizos entre la República Dominicana y Haití debieron desaparecer los conflictos entre esas dos naciones; pero, como a continuación veremos, no fue así. Los haitianos continuaron creyéndose que podían penetrar en el territorio dominicano sin tener que llenar ningún trámite.

En 1937, el valor del peso dominicano había disminuido considerablemente. El mismo circulaba en la frontera y en todo el Cibao. Con suma frecuencia, los campesinos dominicanos eran víctimas del robo de su ganado por gentes venidas del otro lado de la frontera.

Todo ello culminó con la desaparición y muerte de muchos de los miles ciudadanos haitianos de los que se atrevían, sin documento alguno, a penetrar en el territorio dominicano.

La matanza de los haitianos por orden expresa del entonces presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina generó una protesta internacional y causó graves problemas de estabilidad del régimen trujillista. Para solucionar ese grave conflicto entre las dos naciones, el gobierno de Trujillo acordó pagarle al Gobierno haitiano la suma de 750 mil dólares.

Luego, por acuerdo con las autoridades del país vecino, Trujillo terminó pagando solo 525 mil dólares, alrededor de 43 mil dólares, por cada haitiano muerto.

Hoy se estima en más de un millón el número de ciudadanos haitianos que residen ilegalmente en la República Dominicana.

Las autoridades del vecino país exigen tratos para los ilegales que este y anteriores gobiernos se ven imposibilitados de cumplir. Y como antaño, los diplomáticos haitianos aspiran a que el problema de la emigración ilegal hacia República Dominicanas se resuelva sobre la base de aceptar como hechos cumplidos acciones ilegales.

Miles de estudiantes universitarios haitianos cursan estudios de grado y de postgrado en la UASD y en otras universidades del país. La mayoría de sus estudiantes y profesores de esas instituciones de educación superior abogan por que el problema de la migración ilegal se resuelva.

Los haitianos creían que podían seguir entrando a RD sin trámites

La matanza de haitianos por Trujillo generó una protesta internacional

El tirano terminó pagando unos US$ 43 mil por cada haitiano muerto

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