El presidente colombiano, Iván Duque, anunció este domingo que no se permitirá la entrada al país a partir de este lunes de ningún extranjero, salvo aquellos que tengan residencia, como parte de la ampliación de las medidas para controlar la expansión del coronavirus.
“Me permito informarle al país- a partir de este 16 de marzo se restringe el ingreso al país de personas no nacionales y no residentes en Colombia. Todos los pasajeros colombianos y residentes extranjeros tendrán aislamiento preventivo obligatorio por 14 días”, afirmó Duque en Twitter.
Esto implica un endurecimiento de las normas anunciadas el viernes por el presidente, que incluían medidas restrictivas para los extranjeros que lleguen al país y que hayan estado en los últimos 14 días en Europa o Asia, debido a que los casos del COVID-19 van en aumento en Colombia, donde ya hay 34 enfermos.
“A raíz (…) no solo de los nuevos casos aparecidos en Colombia sino de lo que ha sucedido en otros países donde los casos han aumentado de manera sustancial, y hablamos de más de 100 países donde ya hay coronavirus, el Gobierno nacional ha ampliado esa medida a cualquier extranjero proveniente de cualquier país del mundo”, dijo a periodistas la ministra de Transporte, Ángela Orozco.
La mayor parte de los 34 casos de coronavirus confirmados en Colombia tiene en común que los infectados llegaron al país recientemente procedentes de España, Italia o Estados Unidos. Como parte de las medidas de contención, el Gobierno colombiano también cerró desde el sábado la porosa frontera con Venezuela, de 2.219 kilómetros, y declaró dos días antes la emergencia sanitaria, con lo que se cancelaron prácticamente todos los eventos públicos en el país.
CONTROLES DEFICIENTES EN EL AEROPUERTO. Mientras el Gobierno extrema las medidas, la Procuraduría (Ministerio Público) alertó este domingo de “fallas en los controles y la prevención de contagio del coronavirus a los pasajeros” que pasan por el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, el principal de Colombia.
Según el organismo, sus funcionarios comprobaron que “el personal de sanidad portuaria es insuficiente, sobre todo en la hora pico» entre las 19.00 y las 23.00 horas ya que “diariamente arriban al país en vuelos internacionales un promedio de 9.000 pasajeros». “Para atender este volumen hay dos turnos de ocho auxiliares de enfermería, dos jefes de turno y dos epidemiólogos”, precisó la Procuraduría.
El Ministerio Público también advirtió que cuando los viajeros hacían fila en los controles migratorios “se encontraban hacinados, sin guardar la distancia prudente para evitar un eventual contagio, y algunos oficiales de migración trabajaban sin tapabocas o lo portaban en el cuello, quedando en riesgo de un eventual contagio».
“También se encontró que la sala anexa a la zona de migración, adonde remiten a los viajeros de vuelos internacionales que arriban al país con sintomatología de enfermedad respiratoria, es un espacio reducido, sin ventilación, tenía confinamiento de viajeros, algunos con tos y sin tapabocas”, agregó la información.
La Procuraduría también manifestó que El Dorado tiene deficiencias en entregas de encuestas de condiciones de salud, falta de información sobre medidas de prevención del COVID-19 y la ausencia de gel antibacterial en algunos lugares “estratégicos del aeropuerto». Por ello pidió a las aerolíneas “informar en tierra y a los pasajeros en vuelo los controles que deberán atender de manera obligatoria a su llegada».