Por: Ana Carolina Baez e Yleana Muñoz

En el recién finalizado Congreso FLASO 2020, que incluía el XIV Congreso de la Federación Latinoamericana para el estudio de la Obesidad, el VII Congreso de la Asociación Dominicana de estudios para la obesidad y el VI Congreso de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo, se desarrolló una Mesa Redonda donde estaban presentes los presidentes de las sociedades nacionales de obesidad y nutrición clínica, los presidentes de la Sociedades de Obesidad de Uruguay y México y la asistente del representante de programas de la FAO en el país.

este contexto se conversó acerca de las múltiples estrategias que se pueden desarrollar para el fortalecimiento de las políticas públicas, desde aquellas que pueden ayudar a combatir la Doble carga de la malnutrición ( desnutrición y obesidad), hasta aquellas que contribuyan a la reducción de las enfermedades crónicas no transmisibles.

Nos cuestionamos del porqué en vez de disminuir, la obesidad mas bien se ha convertido en una epidemia global. Qué está pasando y qué necesita pasar a nivel gubernamental y de las dependencias que tienen que ver con la salud de una nación para que las cifras comiencen a mejorar. Cuáles son las instituciones públicas y privadas que tienen responsabilidad en actuar para crear programas y proyectos dirigidas hacia la prevención de las enfermedades Cardiovasculares , diabetes mellitus tipo 2, Cancer y la obesidad, esta última predisponiendo a todas las anteriores.

Pudimos ver como las estrategias implementadas en una ciudad de Finlandia, Karelia, a través del mayor proyecto de Salud publica realizado en el mundo y trabajando de forma intersectorial, a largo plazo ( más 40 años) , pudo alcanzar la reducción de la mortalidad cardiovascular en un 73%. Este proyecto incluyo ley de etiquetado de alimentos, campañas Educativas a la población acerca de la reducción del consumo de sal, grasas y Tabaco, incentivo de actividad física y acuerdos con los productores locales para reducir sal y grasas en alimentos de consumo masivo. El mismo ha servido de base para el desarrollo de estrategias para Latinoamérica. Hoy observamos excelentes resultados en la implementación de la ley de etiquetados de alimentos en Chile, logrando reducción del consumo de bebidas azucaradas en un 24%. Otros países se suman a la misma en busca de proteger su población.

La representante de la FAO nos habló sobre la declaración del 2021 como el Año Internacional de Frutas y Vegetales y como, a raíz de este lema, se piensa trabajar con los productores locales para la adquisición de alimentos frescos.
Nuestro país requiere acción AHORA! Qué esperamos?

Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com / @sodonuclim