El comerciante Daniel Antonio Rodríguez Céspedes, asesinado a tiros por agentes policiales que irrumpieron en su residencia durante un allanamiento en horas de la madrugada del martes de la semana pasada en el reparto Collado, en Los Rieles de Gurabo, era un emprendedor de 31 años que realizó varios oficios para ganarse el sustento de su familia, afirmaron ayer parientes del hoy occiso.
“Él primero trabajó vendiendo bizcocho, desde jovencito lo hacía, trabajó en una compañía de seguridad y después con una persona que lo acompañaba en un camión vendiendo productos químicos y aprendió a elaborar esos productos e instaló su empresa, que tiene su nombre y su RNC. Era un hombre proactivo, tenía deseo de echar hacia adelante”, afirmó ayer Minerva Rubio Silfa, de 60 años, una cuñada.
Rubio pidió a las autoridades esclarecer el crimen para que se haga justicia y rechazó que su cuñado fuera un raso de la Policía Nacional retirado por “mala conducta”, como trascendió en los medios. “Nosotros queremos que se haga justicia y que limpien su nombre porque él no era un delincuente. Daniel Antonio tampoco era policía”, aseguró en visita a la redacción de Hoy en esta ciudad.
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Dijo que estaba casado con su hermana, Laura Rubio, una profesora en proceso de jubilación por asuntos de salud; era padre de dos hijos y tenía tres nietos. “Nosotros no sabemos nada del por qué pasó el hecho”, expresó. Declaró que su hermana le habría manifestado que el fiscal que acompañó a la policía en el allanamiento la maltrató.
“Mi hermana les decía: mi marido, déjenmelo ver y el fiscal le respondía, ella acostada boca abajo, cállate que tú eres una delincuente igual que él, cállate para que te vaya mejor. Mi hermana nunca vio la orden de allanamiento”, narró aún triste por la tragedia. Dijo que su cuñado tuvo una discusión con un joven por una diferencia de tránsito tiempo atrás, pero descartó que su muerte resultara de ese altercado.
Sostuvo que su hermana salvó su vida de milagro porque se atrincheró en el closet de su habitación al escuchar los disparos.
Narró que eran las 4:55 de la mañana cuando los agentes llegaron a la casa de su hermana y vociferaban que se trataba de un allanamiento, golpearon un camión de su propiedad y rompieron la puerta de la casa del primer nivel.
Versión policial
En su momento la Policía dijo que la muerte del comerciante se produjo cuando un contingente fue a allanar su residencia, pero él se negó abrir la puerta, procediendo los agentes a derribarla mientras Rodríguez Céspedes se atrincheró en el baño y les disparó, resultando un agente herido en una pierna.
Fue entonces, dijeron, que los policías respondieron la agresión y él murió.