Nueva York. Miles de ciudadanos en esta ciudad han iniciado movilizaciones ante los propósitos del electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de efectuar entre sus primeras medidas deportaciones masivas de inmigrantes.
La organización Make the Road NY, junto a más de 24 organizaciones civiles, realizó una protesta el pasado fin de semana en el Columbus Circle de Manhattan, con la asistencia de miles de neoyorkinos, entre ellos cientos de dominicanos, en contra lo que califican tiempos de políticas racistas, transfóbicas, misóginas y xenofóbicas”.
Asimismo, se anunció que “el día de la toma de posesión, 20 de enero 2025, personas de todo el país se reunirán en Washington, DC, para exigir un futuro que priorice las necesidades del pueblo por sobre los intereses de la élite adinerada”, en defensa de los derechos de los trabajadores, los inmigrantes, la justicia ambiental, entre otras demandas.
El pasado jueves la “Coalición de Inmigración de NY” hizo la primera protesta en Foley Square, en el Civic Center, detrás de la corte en Manhattan, en contra del plan de deportación anunciado por Trump.
Mientras, la gobernadora Kathy Hochul, la fiscal general del estado, Letitia James, y el alcalde de NYC, Eric Adams, han expresado que se preparan para proteger los neoyorkinos del electo mandatario.
Las medidas a tomar incluyen protegerlos contra posibles amenazas federales a los derechos reproductivos, civiles, la inmigración, seguridad de las armas, el medio ambiente y otros abusos de poder o esfuerzos federales, pero que siempre los protegerán.
La vicealcaldesa María Torres-Springer dijo que el financiamiento federal: la ciudad tiene $5 mil millones de dólares en subvenciones federales, lo que representa aproximadamente el 7 % del presupuesto de la ciudad.
El mes pasado, en su mitin en Madison Square Garden en NYC, Trump dijo: “En el Día 1, lanzaré el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos para sacar a los criminales.
Rescataré cada ciudad y pueblo que ha sido invadido y conquistado, y pondremos a estos criminales viciosos y sedientos de sangre en la cárcel, luego los sacaremos de nuestro país lo más rápido posible”.
Trump ha dicho que invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros. Esa ley raramente utilizada de 1798 permite al presidente deportar a cualquier persona que no sea ciudadano estadounidense.
Ha hablado sobre desplegar la Guardia Nacional, que puede ser activada por órdenes de un gobernador y podrían enviar tropas a estados cercanos que se nieguen a participar.
La semana pasada, el juez J. Campbell Barker, nombrado por Donald Trump en su gobierno, anuló el ‘parole in place’ de la administración de Joe Biden, que otorgaba estatus legal a unos 500.000 cónyuges indocumentados de ciudadanos estadounidenses, así como unos 50.000 hijastros indocumentados de ciudadanos.
Campbell Baker determinó que el Departamento de Seguridad Nacional no tenía autoridad legal bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad para otorgar el ‘parole in place’ a inmigrantes elegibles para el programa denominado ‘Keeping Families Together’.