Por Walter Sun, director Global de Inteligencia Artificial, SAP
La tecnología ha transformado la manera en la que vivimos. Ha brindado a miles de millones en todo el mundo la oportunidad de compartir sus ideas, opiniones y perspectivas. Industrias que van desde la educación y la academia hasta la contabilidad se transformaron rápidamente con la introducción de la calculadora de bolsillo a fines de la década de los 70.
Para la década de los 90, Internet revolucionó el acceso a la información en todo el planeta, seguido de cerca por los teléfonos inteligentes a principios del año 2000, lo que hizo que la información estuviera disponible al instante en la punta de nuestros dedos.
Si bien estas tecnologías han cambiado drásticamente la forma en que vivimos y trabajamos, ahora estamos presenciando el último cambio importante con la llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa. La tecnología ahora es omnipresente, rápidamente adoptada en todas las industrias y los reguladores están luchando por mantenerse al día.
Las empresas de tecnología compiten por mejorar sus ofertas y propuestas de valor para los clientes. Sin embargo, el valor de la IA radica en permitir a las empresas utilizar datos para mejorar la toma de decisiones y, en última instancia, impulsar sus resultados.
La IA ya está brindando valor
El minorista alemán Schwarz Group, propietario de Lidl, ha utilizado sus datos comerciales históricos, el sentimiento del consumidor, la información financiera e incluso los pronósticos del tiempo para predecir mejor la demanda en sus tiendas. Como resultado, mejoró en un 15%su gestión de inventario, logró una disminución del 20% en los desperdicios y un aumento en las ventas totales. Todo por tener disponibles los productos requeridos por sus clientes en el momento apropiado.
Aquí es donde radica el valor empresarial de la IA. Puede que no sea tan llamativo como el arte de Midjourney o el texto generado por ChatGPT, pero las herramientas impulsadas por IA ya están transformando lentamente la forma en que las empresas operan. Recientemente en SAPlanzamos Joule, un copiloto de inteligencia artificial capaz de responder preguntas complejas mediante la organización de datos de una empresa. Esta capacidad en análisis de datos ayuda a reducir las «alucinaciones» que a veces pueden producir las respuestas de la IA generativa. Un usuario podría preguntar ‘¿cómo mejoro el rendimiento de la tienda?’ y se generaría una respuesta que combina información de productos, materiales de marketing, inventario de almacén y recomendaciones de envío, para cada tienda.
Si bien hay una creciente preocupación de que las organizaciones puedan hacer un uso inadecuado de la IA o desconozcan los sesgos en los resultados asociados con la tecnología, leyes emergentes como el Acta de IA de la UE jugarán un papel esencial en proporcionar regulación y orientación a las empresas. Una forma responsable de usar la IA será crucial para generar confianza a medida que las nuevas herramientas se integran gradualmente en el lugar de trabajo – ya hay señales de que la tecnología está comenzando a tener la confianza de las empresas y empleados por igual. Según datos de KPMG, el 55% ya se siente cómodo con la IA utilizada en el trabajo, con la mitad de los trabajadores profesionales y el 65% de los gerentes dispuestos a confiar en la tecnología.
Debemos mantenernos al día con la velocidad del cambio tecnológico
Hay una serie de principios que podemos utilizar al desarrollar IA para negocios. Primero, las empresas de tecnología deberían estudiar los procesos más críticos de sus clientes y entender cómo y dónde añadir IA hará una diferencia competitiva. Segundo, la tecnología necesita ser capaz de hacer uso de datos de negocio reales, para asegurar que el resultado sea relevante para cada cliente.
Finalmente, los creadores de software de IA deben tomarse en serio la ética. Una industria tecnológica responsable siempre pondrá a las personas en el centro de sus productos y servicios, con un fuerte énfasis en la protección de datos, privacidad y soberanía.
Si hacemos bien esto, la IA podría transformar nuestras industrias en los próximos años. Las cadenas de suministro se beneficiarán de pronósticos precisos a corto plazo y de la mitigación proactiva de posibles interrupciones. Las empresas podrán asegurar la exactitud de la fabricación mientras también reducen los costos de inventario. Y las necesidades década cliente serán mejor entendidas, permitiendo a las empresas crear una experiencia verdaderamente personalizada mientras aumentan las tasas de conversión.
En innumerables industrias, la IA permitirá a las empresas mejorar la toma de decisiones basada en datos, lo que permitirá a todos los empleados, independientemente de su experiencia analítica, pisar sobre terreno más confiable. Copilotos, como Joule, romperán las barreras para acceder a información vital reduciendo la búsqueda en internet y la investigación a un solo comando.
El futuro de la IA en la industria
Si bien muchas empresas ya han comenzado a implementar la IA, el potencial para un uso más amplio de la tecnología es enorme – y el impacto que tendrá en la industria será profundo. El futuro de la industria es brillante y debemos estar listos para recibir la innovadora revolución que la tecnología traerá.