La implementación de un sistema nacional de facturación electrónica de carácter generalizado supone ventajas importantes para los contribuyentes

El Poder Ejecutivo acaba de depositar ante el Senado el Proyecto de Ley General de Facturación Electrónica para el pago de los impuestos, y muchos contribuyentes se estarán preguntando cómo les beneficia este mecanismo, establecido ya en varios países de América Latina.

La implementación de un sistema nacional de facturación electrónica de carácter generalizado supone ventajas importantes para los contribuyentes, tanto en cuanto a la disminución del costo de cumplimiento, como en la posibilidad de mejorar su eficiencia gracias a la reducción de costos operativos y a las posibilidades de automatización.

La disminución de los costos para los contribuyentes que son grandes emisores de facturas se da por varias vías, como son ahorro de papel, de espacio físico de almacenamiento de documentos por el tiempo requerido por la norma y el no tener que hacer el envío físico de documentos a los clientes.

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Estos beneficios llegan también a los pequeños y medianos contribuyentes, a los cuales se les asegura que existan mecanismos para que puedan participar del sistema con bajos costos.

Otro beneficio para los contribuyentes es la disminución del costo de cumplimiento y la posibilidad de alivianar ciertas obligaciones ante la administración tributaria, como por ejemplo, el envío de información a la administración, o inclusive la obligación de llevar libros de compras y ventas.

Las oportunidades de reducción de costos de transacción para los contribuyentes incluyen la mejora de sus propios procesos. Es el caso de la mejora del registro contable de cobranza, pagos a proveedores y gestión de inventarios, a la posibilidad incluso de interoperar con otros contribuyentes.

El esfuerzo modernizador de la administración tributaria inicia en Chile en 2003 y la experiencia se ha venido extendiendo a otros países de América Latina, como Argentina, Brasil, Ecuador, México, Perú y Uruguay.

También ha habido avances en Costa Rica, Colombia, Guatemala, Panamá y Paraguay, y se ha manifestado la intención de desarrollar sistemas nacionales en El Salvador y Honduras, entre otros países.

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Los beneficios de la factura electrónica son extraordinarios para la administración tributaria y se presentan tanto en las áreas de control tributario como en las de servicios.

En cuanto al control, la acumulación de débitos para un contribuyente en las facturas emitidas y de créditos en las facturas recibidas, contrastados con la declaración periódica del impuesto correspondiente, genera una capacidad de control ligada al procesamiento de los datos.