Si es usted fumador, diabético o hipertenso, debe tener mucho cuidado con la enfermedad arterial periférica, causante en gran medida de amputaciones de las extremidades inferiores.
Nelson Encarnación Santana, cirujano vascular del Centro Cardiovascular Santo Domingo (CCVSD), advirtió que esa dolencia transcurre muchas veces en forma silente y debe ser detectada y atendida a tiempo.
Explicó que esta enfermedad -muy frecuente en República Dominicana- ocurre cuando hay un estrechamiento de los vasos sanguíneos que irrigan las piernas como resultante de la arterioesclerosis, que es la acumulación de placas de grasa y colesterol.
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Indicó que el estrechamiento o la obstrucción interrumpen el flujo de sangre y pueden causar la muerte de los tejidos y, a veces, provocan la amputación del pie o la pierna.
Encarnación Santana, especializado como cirujano vascular en la Universidad Nacional Autónoma de México, observó que los principales factores de riesgo de la enfermedad arterial periférica son fumar, el envejecimiento, la diabetes, colesterol alto y la hipertensión.
Agregó que como muchas personas, tanto hombres como mujeres, presentan síntomas tardíamente, se debe estar atento a dolores, entumecimiento, molestia o pesadez en los músculos de las piernas al caminar o subir escaleras, así como a heridas o llagas en los dedos de los pies y al cambio de color en la piel.
Encarnación Santana anunció que en el Centro Cardiovascular Santo Domingo , ubicado frente al palacio de Bellas Artes, se está tratando exitosamente con procedimientos intervencionistas muchos casos avanzados de estrechamiento y obstrucciones.
Mínima invasión
“Cuando se descubre el problema el tratamiento inicial consiste en medicamentos que pueden mejorar la circulación, pero si los casos no mejoran o están muy avanzados hay que practicar un procedimiento intervencionista denominado angioplastia de miembros inferiores, que es una especie de cateterismo”.
Un catéter (largo tubo plástico de radio milimétrico) se introduce por una arteria de la ingle, de la pierna o del brazo, se lleva al punto donde existe el problema y con una especie de balón en la punta se destapan los vasos afectados y se colocan los llamados “stent”.
El procedimiento, de mínima invasión y corta duración, se realiza con el paciente sedado en la sala de cateterismo -donde el cirujano actuante se auxilia de un angiógrafo y rayos X. Al finalizar el paciente solo pasa algunas horas en recuperación, yéndose a su casa antes de las 24 horas.
Un dato importante es que las administradoras de riesgos de salud cubren este procedimiento tanto a los afiliados contributivos como a los que tienen planes subsidiados.
Encarnación Santana sugirió a los médicos primarios, endocrinólogos, internistas y cardiólogos prestar atención a la posibilidad de pulso débil o ausente en las piernas de los pacientes y someterlos a examen exhaustivo y si es necesario referir de forma temprano al cirujano vascular.