Ya se siente la brisa, la emoción y la alegría. La navidad empieza a aflorar en nuestras calles, hogares, plazas y centros comerciales. Para muchos es la mejor época del año y la más esperada, sobre todo para los más pequeños de la casa.
La Navidad es un tiempo cargado de costumbres y tradiciones, donde sobreabunda la solidaridad y el deseo de compartir con nuestros seres queridos, reinando el amor a flor de piel. No es de extrañarnos que esta época estimule nuestros mejores deseos, ya que se trata del recuerdo y la celebración de la Natividad de Jesús.
Es importante resaltar que la navidad es un tiempo propicio para compartir en alegría, paz y amor con nuestros seres queridos. Disfrutar de vacaciones y fiestas tradicionales, que sirven a su vez para fortalecer nuestros lazos familiares y afectivos, lo que se traduce en el verdadero significado de la navidad.
Navidad es una fecha idónea para sembrar valores, podemos aprovecharla para inculcar el altruismo en nuestros hijos. En ese sentido nos serviría tomar como ejemplo la figura de Santa Claus, quien se prepara todo el año para tener la cantidad de regalos suficientes y luego distribuirlos a todos los niños del mundo sin recibir nada a cambio.
En esta época es importante poner al niño a reflexionar en todo el amor y el cuidado que ha recibido por parte de sus profesores, cuidadores, familiares y amigos, y se les incentiva a tener para con ellos algún un detalle tangible que represente el reconocimiento de lo intangible. Esto fomenta en el infante el valor del agradecimiento.
Lo que debemos evitar es inculcarles el dar regalos “por cumplir”, es decir, tener un gesto irreflexivo, que se reduce en “regalar”, más que en agradecer. Aquí radica la gran diferencia entre el consumismo y los valores del amor, la reflexión y el agradecimiento.
La llegada de Los Reyes Magos, también nos brinda una gran oportunidad para lograr que el niño valore el esfuerzo y la entrega de alguien que se interesa por indagar los juguetes de su preferencia, para regalárselos y hacerlo feliz. Ayudar al niño a detenerse en estas reflexiones generará en él buenas actitudes, más allá que el simple portarse bien para esperar algo a cambio. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.