1. LA IMAGINERÍA PLACENTERA DE UNA EPIFANÍA TELEVISIVA…
Los Tres Reyes Magos: Melchor Gaspar y Baltazar. En la Epifanía la revelación es un hecho luminoso, sensible.
La televisión es un punto luminoso también, pero no siempre brinda epifanías y cuando revela cosas, no tienen el candor grato de lo que se sueña o se añora. Más allá del mito originario de la Epifanía, la bella travesía de reyes ataviados con vistosos colores y la estrella guía, existe la historia fabulosa del famoso cuarto rey, perdido por altruista, Artabán, héroe trágico de la Epifanía, que terminó en una prisión del imperio romano.
Cuando Artabán llega a Belén, la famosa huida a Egipto estaba en marcha y el valiente rey portador de diamantes y rubíes, según la antigua leyenda, planta resistencia al ejército romano, para evitar la persecución del niño salvador del mundo, que según Monty Python en la La Vida de Brian – 1979 -, de nada sabía sobre su gran misión…
En otras palabras, cada vez más al margen de su origen , la Epifanía puede ser tu ilusión luego o después de reyes con equivocadas fechas blasfemas. Implicaría, mirar o buscar algo que te vuelva al mejor pasado, recordar amigos queridos que no volverás a ver, mientras James Taylor y Carole King, un solitario 8 de enero 2022, se aparecen en la sala de tu casa, a media oscuridad. Para evocar con su música, una parte de la banda sonora de nuestras vidas : las Epifanías de hoy hasta CNN, las revela para la evocación placentera.
2. UN CONCIERTO PARA CELEBRAR LA AMISTAD Y LA MÚSICA: REENCUENTRO DE TODA UNA ÉPOCA…
Normalmente se piensa que la herencia de Woody Guthrie – 1912 – 1967, es exclusiva para la carrera incipiente de Bob Dylan.
Ese músico adelantado de la clase obrera, afamado autor de Your Land is Your Land (grabada entre 1944 y 1947), hacia los años 70 del siglo XX, había dejado también sus huella en esas nuevas generaciones de cantautores que entre el country pop y textos poéticos, habían emergido en los años 70 con un entusiasmo y determinación para dar lo mejor: Joni Mitchell, Carole King, Carly Simon, Jim Croce, Jackson Browne J. Denver y como era de esperarse : James Taylor (Boston MA, 1948 )…
Como todo artista que se respetara entonces y ahora, es en el «Troubadour», situado en el West Hollywood, California, donde James Taylor y Carole King hacen su debut, hacia 1971.
Esa noche James Taylor, con la generosidad que en estos pagos no es conocida, invita a Carole King a cantar una de las canciones, por ella compuesta (So Far Away). La presentó y explicó que sería una de las mejores escritoras de canciones de su generación y así fue, dos muestras de su talento: » You Just call out my name» – 1971 – y To Late baby, del álbum Tapestry, del mismo año.
Carole King era lo que en el lenguaje de los músicos que acompañan a cantantes se llama Side-Man, ella era la pianista de Taylor, luego era Side-Woman.
La gran aventura de muchas décadas luego, así comenzaría y mientras tanto, en una simple esquina de Ciudad Nueva, en la Padre Billini con Palo Hincado, Otto Fernández Reyes con un radio portátil escuchaba todas esas canciones venidas del Norte, en el programa de rock de Mario Brea, que se transmitía en Radio Comercial luego de las noticias.
Entre corte musical y corte, Rolando Tabar y Tommy Peña y quien escribe, subíamos a la segunda planta, mientras doña Luisa Reyes, la mamá grande, preparaba la cena: la música será siempre la banda sonora de nuestras vidas.
3. EL DOCUMENTAL. SU FORMA NOVEDOSA. EL USO DE LAS IMÁGENES DE ARCHIVOS. LAS TRANSICIONES ENTRE MÚSICA FILMADA ANTES Y EL PRESENTE FÍLMICO.
Las soluciones en un documental que utiliza material fílmico de archivo y el presente de un concierto en proceso de grabación, indican la inteligencia de quien dirige y su equipo.
Este documental musical estrenado en enero del 2022, incluye material de una gira ya hecha por Carole King – Manhattan 1942 – y James Taylor entre 2007 y 2010 en el mismo Troubadour. El director es un veterano llamado Frank Marshall, el mismo que nos deleitó con su » The Bee Gees: How Can Mend a Broken Heart » ( 2020 ) y » The Gift: The Journey of Johnny Cash» (2019).
Conocedor de la música de James Taylor y Carole King, Marshall ha hecho transiciones temporales como esta:
cuando Carole King canta So Far Way, las imágenes sonido son de 1971, bien editado el sonido, la música se traslada al concierto del presente. Juega con imágenes de archivos mientras transcurre el concierto, hace puente entre pasado y presente, dejando este último tiempo con imágenes en Blanco y Negro…
Las fílmicas cubren todos los tiempos, los rostros de Taylor y King son acariciados por el tiempo, tenían el pelo negro hace 52 años, ahora le vemos entre focos de luces y rubios, James Taylor, Juan Francisco Ordoñez pero más alto, con las mismas arrugas en el cuello, parecen hermanitos.
El documental aprovecha un público generacional en la arena que se divierte e imprime fuerza de recuerdos hermosos momentos vividos, los que estaban ante el televisor, pensaban en sus amigos y Tony Jasen, cuyo verdadero ídolo era Jim Croce – 1943-1973, de esa misma generación, me vino a la mente y a los ojos, el Ozama ocular había desviado su curso, hacia mi sala media oscura.
Otro fanático de James Taylor, Norberto James, que siempre dijo que la canción Sweet Baby James parecía una nana (Lullaby, en inglés), en este concierto James Taylor se lo confirmó al presentar el nuevo arreglo.
4. AL FINAL, TODAS LAS EPIFANÍAS DESCANSAN ENTRE ANTIGUAS LUCES.
El documental cuyo nombre es «You Just call out my name», canción de Carole King, que nos recuerda la solidaridad del cuarto Rey cuando el niño tuvo que huir a Egipto.
Su nombre recordémoslo, era Artabán, que como dice la canción de Carole King: «Solo tienes que nombrar mi nombre, vendré corriendo», porque todas las epifanías son solidarias y cada año que termina se van a descansar entre luces antiguas, entre fuego de estrellas y cometas como brújulas ardientes.
Alguna noche brillosa, Artabán llegará como nosotros todos, según Pierre Teilhard de Chardin, a su destino, pero nunca lo sabremos.