Según la inteligencia artificial Copilot de Microsoft, el neoliberalismo es una corriente económica y política que aboga por la reducción del papel del Estado en la economía y promueve la liberalización del mercado. Además, plantea que entre las características más importantes de este modelo se destacan las siguientes: liberalización del mercado, privatización, reducción del gasto público, eliminación de regulaciones que se consideran obstáculos para la inversión y el crecimiento económico, flexibilización del mercado laboral y reducción de derechos laborales, así como fomento de la iniciativa privada.
Desde que surgió el neoliberalismo, a mediados del siglo XX, éste ha sido un tema controversial en el debate político y económico, con posiciones encontradas sobre su efectividad y consecuencias. (Copilot de Microsoft). Los defensores de esta corriente global no han podido justificar las supuestas bondades que lo rodean. En este ámbito, los generadores de riquezas materiales solo han logrado expandir y multiplicar la pobreza y la desigualdad socioeconómica entre los seres humanos.
Sin duda, como han dicho diferentes fuentes, el capitalismo neoliberal tiende a aumentar la desigualdad económica, ya que los beneficios del crecimiento no se distribuyen equitativamente entre la población, lo cual contribuye a anchar más la brecha entre pobres y ricos. Desde la óptica e intereses del neoliberalismo, la falta de regulación y control del mercado laboral puede llevar a condiciones de trabajo precarias, menos seguridad y a violaciones de los derechos del trabajador. El capitalismo neoliberal, tanto una doctrina económica surgida a partir de la década de 1980, ha facilitado que las empresas y marcas de todas las partes del mundo, produzcan y comercialicen bienes y servicios con limitados o ningún control gubernamental.
La falta de control y regulación de los Estados en la estructura, comportamiento y dinámica de los mercados que sirven de sustento al capitalismo neoliberal, permiten que las empresas y marcas puedan emplear cualquier tipo de estrategia de marketing, sin importar los valores y principios éticos, todo con el propósito deliberado de inducir a las grandes comunidades de compradores cautivos y potenciales a comprar de manera irracional todo cuanto ellas suelen producir. Los actores productivos del neoliberalismo pretenden convencer al mundo de que ellos trabajan para erradicar la pobreza y la desigualdad socioeconómica. Su objetivo es preciso y conciso: controlar cada vez más las expectativas, deseos y gustos de los consumidores.
Para tener un marco referencial más amplio y preciso con respecto a las mentiras, manipulación y control que ejercen las empresas y marcas en las decisiones y el comportamiento de los consumidores, se sugiere ver y analizar el documental que recientemente estreno Netflix ‘Compra ahora: la conspiración consumista’, en el que se explican las estrategias y tácticas utilizadas por las grandes empresas y marcas para transformar a las personas en consumidores compulsivos y duraderos. “Bajo la dirección de Nic Stacey, revela cómo las empresas manipulan emociones y hábitos para mantener a los consumidores comprando constantemente”. (Clarín, 25 nov. 2024). «Comprar ahora» no solo desvela cómo las marcas construyen sus narrativas, sino que también invita a reflexionar sobre el impacto de nuestras decisiones de consumo y las estructuras que perpetúan este modelo destructivo. (Copilot de Microsoft).
Para el fracasado, inhumano y anti-ético modelo neoliberal, culpable de incrementar los niveles de desigualdades, expandir el caos y la incertidumbre a nivel mundial, el valor de las personas está sujeto a su capacidad de compra. En el documental “Compra ahora: la conspiración consumista”, se ponen de manifiesto algunos de los factores sustanciales que han estado incidiendo en el calentamiento global y el cambio climático. Por ejemplo, el talento humano creativo y de marketing de las empresas y marcas, ponen su mejor y mayor empeño en diseñar productos y servicios novedosos, así como en implementar acciones comunicacionales creativas que idioticen a los consumidores. Crear y mantener comunidades cautivas y potenciales de consumidores irracionales, es, sin duda, uno de los pilares del capitalismo neoliberal. Las empresas y marcas que operan al margen de valores y principios éticos, emplean cualquier medio para incentivar e inducir a comprar más y más.
Son muchas y variadas las causas globales que han estado y continúan provocando el caos y la incertidumbre que conspiran contra la paz, la verdad, la convivencia, la igualdad y la preservación de las diferentes modalidades de vida. En este sentido, podría afirmarse que entre los motivos que más han incidido en la crisis global actual, figuran la falta de liderazgo transformacional, la existencia de un modelo de desarrollo neoliberal, la acumulación de enormes riquezas materiales en pocos bolsillos y las malas prácticas ocultas que desarrollan las empresas y marcas del capitalismo salvaje, en franco y claro perjuicio del medio ambiente y las diferentes dimensiones de la vida: humana, animal y vegetal.
La cultura consumista actual no es una simple casualidad. A toda luz, es una amplia, compleja y solida red de mecanismos, científicos, estratégicos y mediáticos, gestionada de manera deliberada para conocer las expectativas aspiracionales de las personas y hacerles creer que las empresas y marcas del neoliberalismo cuentan con los bienes y servicios adecuados para hacer realidad cada una de las aspiraciones de los compradores. Como dice Netflix en su documental:” una estrategia de maximización de ganancias conduce a una lamentable transformación medioambiental”. Las corporaciones, empresas y marcas no pueden continuar operando sin responsabilidad medioambiental y social.
Un aspecto relevante de comprar ahora: la conspiración consumista, es la utilización de fuentes confiables. Entiéndase, excolaboradores internos, aparentemente arrepentidos por su complicidad con las malas prácticas de algunas de las marcas más influyentes del mundo, se han juntado a expertos y denunciantes para desvelar las estrategias engañosas que se emplean para inducir y entusiasmar a los consumidores a comprar más que lo que necesitan, lo que al cabo de un tiempo termina contaminando el medio ambiente. ¿Serán los consumidores o los Estados lo que les dirán a las corporaciones, empresas y marcas que no pueden continuar produciendo y comercializando productos que dañan los recursos naturales no renovables?
En síntesis, “compra ahora: la conspiración consumista”, más allá de que Netflix sea una pieza clave del neoliberalismo, ha tenido el coraje de invitar a los docentes y a estudiantes de las áreas del marketing, la comunicación, la psicología y de la neurociencia, a reflexionar con respecto a sus valores y principios éticos y sus respectivas vinculaciones con las grandes corporaciones, empresas y marcas que emplean estrategias y tácticas para influir negativamente en las decisiones de compra de los consumidores. Los consumidores, gobiernos y Estados deberían reclamarles a los agentes productivos que piensen, decidan, actúen, hablen y se relacionen como ciudadanos corporativos éticos y socialmente responsables. En fin, el documental de Netflix suele visibilizar con objetividad y de manera masiva las mentiras que construyen y difunden las marcas.
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