Volvió a la carga el presidente de la FIFA, el italiano Gianni Infantino, con sus propósitos de celebrar los mundiales de fútbol cada dos años, en vez de cada cuatro como ocurre en la actualidad y para ello dice que cuenta con el apoyo de 165 federaciones nacionales de las 211 que integran ese organismo. Pero, y siempre hay un pero: las dos confederaciones más fuertes por su calidad de futbol se oponen tajantemente y hasta han dejado sobre el tapete su posible desafiliación.

El “caramelito” que soltó Infantino esta semana fue de la millonada que se repartiría entre las 211 federaciones, cuyas “ayudas” pasarían a ser de los 6 millones actuales cada cuatro años hasta los casi 25 millones.

El nuevo Mundial bienal se jugaría con el formato que se estrenará en la edición de 2026, que se disputará entre Estados Unidos, México y Canadá. Serán 48 selecciones repartidas en 16 grupos de tres selecciones.

La FIFA contrató dos compañías consultoras para analizar la posibilidad y estas arrojaron, entre otras cosas, las siguientes conclusiones: que el Mundial bienal supondría un aumento de más de cuatro mil millones de dólares, pasando de siete mil a más de once mil millones; se dispondría de un fondo de 3,500 millones de dólares para el Fondo de Solidaridad de la FIFA; que cada – federación podría recibir un promedio de 16 millones de dólares en cada ciclo de cuatro años, y todo eso, además de los “aportes” que reciben por el Programa FIFA Forward, que pasaría de los actuales 6 millones a 9 millones de dólares.

Estos y otros puntos son los que ha lanzado de carnada Infantino para recibir el apoyo de las distintas federaciones.