Vecinos del Parque Fluvial Cachón de la Rubia (vieja Barquita) en Santo Domingo Este, denuncian el estado de insalubridad en que se desenvuelven por la cantidad de residuos sólidos esparcidos a todo lo largo de ese cinturón verde, donde se lanzan animales muertos que hacen del lugar inhabitable.

Mientras que el director de Aseo del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, Edgar Minyety, atribuyó la gran cantidad de vertederos improvisados en el Parque Fluvial, entorno del Faro a Colón y otros lugares, a la falta de educación ciudadana, ya que en ambas zonas existen rutas y frecuencias de recolección.

Minyety informó que a partir del próximo lunes montarán un operativo en el parque Fluvial Cachón de la Rubia y colocarán vigilancia en el lugar, considerado uno de los principales atractivos turístico de Santo Domingo Este.

El funcionario municipal asegura que existe un sistema de rutas y frecuencias en los barrios de la parte arriba del Parque fluvial, y que los recolectores pasan de manera interdiaria, por lo que no hay necesidad de lanzar la basura hacia la parte baja.

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Admite que cuando llueve el agua arrastra los residuos hacia las cañadas que van al río Ozama a través del parque Fluvial, por lo que cree hay que desarrollar una agresiva campaña de educación ciudadana sobre manejo de la basura.

Explica que la zona pertenece a la Circunscripción 2 de SDE, que cuenta con una flotilla de 25 recolectores propios del cabildo.

Sostuvo que el alcalde Manuel Jiménez tiene programado lanzar un programa de educación ciudadana sobre el manejo de los residuos sólidos, debido a que no basta el esfuerzo del ayuntamiento si la población no coopera.

Juan Carlos Santos, quien habita cerca del parque, condena que sus vecinos de más arriba conviertan la parte baja en vertedero, y advierte que si las autoridades no ponen atención a ese lugar, de nada sirvió el rescate de la zona.

Dignora Castillo, profesora de la Escuela Primaria Margarita Nasseau, en el área del Parque Fluvial, narra que el estado de insalubridad es de tal magnitud que la mayoría de las veces no pueden servir la comida a los niños por la cantidad de moscas y el hedor insoportable que generan los residuos.

Los estudiantes que acuden al plantel proceden de los barrios Puerto Rico, Katanga, Las Mercedes y Vietnam, de familias que habitan en la pendiente, de donde bajan los desperdicios hacia el parque Fluvial, rescatado por el gobierno a través de la Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos (URBE) que reubicó a más de 1,700 familias y regeneró la zona con árboles endémicos y nativos.