El Concilio Iglesia de Dios donde se congregaba la médico militar Ana García Cuello, procesada por la muerte de su hija de 6 años, pidió ayer a la justicia hacer su trabajo para esclarecer lo sucedido y al Ministerio Público que, “en un correcto uso del derecho”, considere la pertinencia de involucrar en la investigación a especialistas en psiquiatría y neuropsicología.

Solicitó que a la imputada le sean garantizados sus derechos a una evaluación de capacidad mental para ser procesada, y una defensa basada en su condición mental.

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En un comunicado de prensa, la congregación evangélica deploró la forma en la que los medios de comunicación han manejado el dramático hecho, sin tomar en cuenta la condición mental de esta madre, y exigió que de inmediato sea encarcelada en un lugar que priorice su seguridad y la de los otros internos.

“Nuestra institución requiere un trato digno y ético de las informaciones relacionadas a este caso, tanto en beneficio de las personas directamente involucradas como de la sociedad misma, que aparte de su derecho a ser informada, requiere de contenidos que construyan y no que disocien y vulneren derechos fundamentales propios de toda persona, más aún en los casos de aquellos cuya discapacidad le impida tomar conciencia y acción sobre sus hechos…”, dice.

El texto expresa que “la prensa está llamada a contribuir a una comprensión informada y compasiva sobre la enfermedad mental, más allá del morbo que producen los hechos, y resguardar los derechos de la familia afectada”.

Agrega que la sociedad debe reconocer “que este tipo de desgracia, u otro parecido puede tocar las puertas de cualquier persona, no importa el estrato social del que provenga, religión que profese, y a qué profesión se dedique”.

La doctora García Cuello fue enviada a prisión preventiva por un año, por violación de los artículos 295,296 y 304 del Código Penal, que tipifican el delito de homicidio.