Hoy es uno de esos días difíciles, en que el columnista no tiene tema. No hay nada más complicado y amenazador. El periodista se sienta frente al computador, sin una motivación específica. Comienza a barajar temas en su mente, preguntándose: ¿de qué escribo hoy? Y, entre esos posibles argumentos, se encuentra con temas tan oscuros como la Avenida las Américas, entre Boca Chica y Juan Dolio. Por ejemplo: ¿Cómo es posible que los artistas que vienen de gira a la República Dominicana sigan viendo a Nueva York como una plaza solo para buscar dinero?, muy contrario a la década de los 70 y 80 en que artistas criollos se preocupaban por dar a conocer sus proyectos, en conocer y compartir con los medios locales, llegando hasta a las grandes cadenas norteamericanas, muchos de ellos hasta se presentaron en la Casa Blanca, en Johnny Carson Show, etc. Y, aquí los observamos y no decimos ni pío. La emisora radial “Mega” de Nueva York le hace una competencia desleal a los empresarios artísticos de la urbe, montando cada vez que le da la gana concierto multitudinario y espectáculos en discotecas, con todos los artistas que “puedan existir” y los “empresarios” de aquí no dicen ni pío. Muy contrario a la época de gente como José Tejeda, Ralph Mercado, Raphy Cartagena y otros que por menos que eso ya hubieran montado 20 piquetes. Hasta Johnny Ventura se manifestó frente a la Mega. Y estos de ahora no hacen ni como los pollitos que “dicen pío pío pío cuando tienen hambre y cuando tienen frío”. Y, buscando de qué escribir, gran reconocimiento merece el Ministerio de Turismo dominicano, que mantienen el turismo arriba a pesar de los noticieros que envían al exterior un 98% de noticias exageradamente negativas y anti dominicanas.