La justicia italiana condenó este lunes en primera instancia a un año de cárcel por homicidio involuntario al médico deportivo Giorgio Galanti.
La justicia italiana condenó este lunes en primera instancia a un año de cárcel por homicidio involuntario al médico deportivo Giorgio Galanti por su responsabilidad en la muerte del futbolista del Fiorentina Davide Astori, fallecido debido a un paro cardíaco hace tres años, informaron medios italianos.
Galanti, además de la pena de un año de prisión (sentencia que ha sido suspendida), también ha sido condenado al pago de una indemnización de daños por un total de 1,09 millones de euros- 250.000 para su pareja, 240.000 para su hija y 600.000 para sus padres y hermanos.
El fiscal pedía para el médico deportivo una sentencia de un año y medio de prisión, ya que la fiscalía consideró que la muerte de Astori se debió al error en el diagnóstico de una miocardiopatía arritmogénica ventricular que le impedía ser futbolista profesional.
La tesis de la fiscalía defendía que si la patología hubiese sido diagnosticada a tiempo Astori se podría haber salvado, mientras que la defensa argumentaba que el proceso de pruebas médicas se había desarrollado correctamente.
Galanti había sido consejero deportivo del Fiorentina y exdirector del Centro de Medicina del Deporte del Hospital Universtiario de Careggi.
Astori falleció por un paro cardíaco en una habitación de hotel el 4 de marzo de 2018 mientras estaba concentrado con su equipo en Udine (norte) antes de un partido.
El defensa murió a los 31 años tras jugar en la Serie A con el Cagliari (2008-2014), el Roma (2014-2015) y el Fiorentina (2015-2018), además de acumular catorce partidos con la selección italiana y marcar un gol en la final para tercer y cuarto puesto de la Copa Confederaciones ganada por los “azzurri” contra Uruguay en 2013.
La muerte del excapitán del Fiorentina sacudió el mundo deportivo italiano y miles de personas, entre jugadores, directivos, entrenadores, políticos y aficionados acudieron al funeral, celebrado en la basílica de Santa Croce en Florencia.