Dedicado a: presidente Luis Abinader, el liderazgo empresarial, político, social y religioso nacional.
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Continuando con nuestras reflexiones fruto de la inmersión en prestigiosas fuentes informativas como las revistas Foreing Affair, Foreing Policy, The Economist y Vanguardia Dossier; los periódicos The New York Times, Financial Times; el importe medio árabe Al Jazeera y el judío Haaretz, entre otros, sobre la contemporaneidad internacional donde la geopolítica ha hecho presencia, entretejiéndose entre tópicos y ocasiones importantes como la economía, medio ambiente, demografía, tecnología, etc. en momento caracterizado por fuertes tensiones generadoras de incertidumbres que van gravitando y moldeando un nuevo orden mundial del que toda la comunidad internacional y de modo particular, nuestra nación, deben prestar atención como consecuencia de una fragmentación político-económica en la que la región geográfica aquí abordada, a la que Thomas Edward Gordon, en 1842 y, posteriormente, con mayor difusión, Alfred Thayer Mahan, en 1902, denominaron Medio Oriente, es participante protagónica en los profundos desafíos de la geopolítica internacional actual; ella, durante milenios es escenario de conflictos gravitantes en la humanidad, apareciendo con impacto brusco como un tsunami y luego extinguiéndose repentinamente como un rayo de luz de la opinión pública internacional.
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Para Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de la administración Biden, finalizando el mes de septiembre del año 2023 “La región de Oriente Medio está más tranquila hoy que en las últimas dos décadas” (revista The Atlantic, 7 de octubre, 2023), una semana después, el grupo político-militar Hamás irrumpe en Israel el 7 de octubre, impactando la comunidad internacional y colocando en primer plano un conflicto con raíces milenarias, contemporáneamente fortalecido a partir de la declaración de las Naciones Unidas del 14 de mayo del año 1948 cuando cede el 56.4% de Palestina para fundar un Estado judío, hecho que ya suma 76 años.
Desde mediados del siglo XX, atado a un cordón umbilical étnico-religioso donde la confluencia de las religiones musulmanas conformadas principalmente por la Suní y Chií; y cristiana y judía, se convierte en definitorias para la cultura árabe y judía, han sido el elemento catalizador y el trazo del devenir histórico del conflicto árabe-israelí, permitiendo el nacimiento de actores no estatales convertidos en actores cardinales del mismo, nos referimos a Hamás (tratado en artículos en el mes de julio pasado), poderoso grupo miliciano que antes de su formación oficial en el año 1987 estuvo dedicado a asistir a los afectados por la ocupación israelí en Palestina con el nombre “Hermanos Musulmanes”, su sostenido trabajo hacia el interior de la sociedad Palestina le brindó la oportunidad de constituirse en uno de los grupos militares no estatales más poderosos en la región, compitiendo con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) conducida por Yasser Arafat.
La convulsa e inestable región medio oriental actual ha generado un ambiente de inseguridad multisectorial en la geografía mundial.
Próxima entrega el grupo político-militar, Hezbollah, protagonismo en la actual guerra árabe-israelí.