Dedicado a: presidente Luís Abinader, liderazgo empresarial, político, social y religioso de República Dominicana. 2/4

El Medio Oriente, dada su composición étnico-religiosa, ha generado una estela de organizaciones que, al margen de aquellas legitimadas dentro del marco de sus leyes, han operado a la sombra de los Estados envueltos en conflictos con treguas coyunturales o manteniéndose latente a lo interno de los territorios envueltos en los mismos, caso conflicto histórico árabe-israelí que estamos abordando en esta ocasión. De esas organizaciones político-militares no estatales, Hezbollah (partido de Dios) ha encabezado el proyecto de mayor preocupación e impacto en Medio Oriente y la comunidad internacional, dada su capacidad operativa, número de milicianos en sus filas y, en implicación de mayor importancia, su relación umbilical con el régimen islámico de la República de Irán.

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Y, ¿cómo se erige Hezbollah hasta lograr su papel protagónico en el mundo árabe, al extremo de convertirse en amenaza real de la paz en Medio Oriente?

Con el advenimiento e instauración de la República Islámica de Irán, como resultado de la revolución del año 1979 encabezada por el ayatolá Ruholá Musavi Jomeini, el futuro grupo militar Hezbollah tendría en esta nación a su aliado y sostén operativo-económico. Su arraigado islamismo religioso extremo le ha permitido convertirse en actor fundamental en acontecimientos trascendentales como el actual.

En el año 1982, Israel se aprestaba a movilizar sus tropas para tomar el Sur del Líbano, esta coyuntura y las divergencias intestinas originadas en el partido AMAL que luchaba contra el accionar de Israel en Palestina, se convierten en el germen de Hezbollah, organización que con el tiempo iría ganando espacio y conquistando la aprobación y colaboración iraní, en acciones militares que han gravitado en esa región.

Iniciada la última acción emprendida por Hamás contra Israel, nos embargó la incertidumbre de cuáles serían las consecuencias de la operatividad de Hezbollah al entrar de modo decisivo en el conflicto dada su fortaleza militar organizativa y operativa de sus aproximadamente l80,000 efectivos que operan contra Israel desde el sur del Líbano en conexión con otros, como Hamás y los huties en Yemen.

A pesar de la desaparición de los guías y líderes de Hezbollah como consecuencia de las acciones israelí de los últimos meses, esta organización mantiene a la comunidad internacional en expectativas ante la posibilidad de accionar y, en consecuencia, empujar al conflicto otros actores regionales e internacionales.

El conflicto bélico en cuestión permite establecer diferencias sobre otroras liderazgos israelitas que jugaron papel estelar en momentos definitorios de esa nación, los primeros ministros David Ben Gurión, Golda Meir, entre otros y el actual, Benjamin Netanyahu, cuya actuación egocentrista y extremista no corresponde con la de un líder en momentos estelares donde está en juego, no sólo la estabilidad de una región o nación, sino, la geografía mundial.

En la próxima entrega, expectativas de la comunidad internacional sobre la actual situación bélica en Medio Oriente.