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En ocasión de conmemorarse el 20 aniversario de la Fundación Juan Bosch, institución dedicada a la promoción de la vida y obra de esta importante figura de la Patria, y que durante sus dos décadas ha hecho aportes sostenidos en la difusión de la obra de don Juan Bosch y otros autores, la publicación de obras con un gran acervo literario e histórico, la formación de maestros/as y ciudadanos, de la preservación del patrimonio histórico y cultural así como la generación de pensamiento sobre temas relevantes del desarrollo del país, entre otras funciones en apoyo a la educación y cultura dominicana.
Con una ofrenda floral, se conmemoraron estos dos importantes aniversarios: el 109 natalicio de uno de los más importantes y universales dominicanos de todos los tiempos, el profesor Juan Bosch, y el 20 aniversario de la fundación misma, que con tenacidad y coherencia se ha trazado la meta de perpetuar y promover su memoria y ejemplo.
La ofrenda fue depositada en el Monumento al presidente Juan Bosch y a la Constitución de 1963, ubicado en la avenida George Washington, en el Malecón de Santo Domingo, y contó con las palabras de Diomedes Núñez Polanco, presidente de la Fundación Juan Bosch.
Explicó que la ocasión consagra la conmemoración de dos momentos indisolubles, y a la que convocan a sumarse a numerosos amigos de todo el mundo, y en primer lugar, al pueblo dominicano, por cuya felicidad, educación, conciencia y futuro dedicó Juan Bosch los mejores años de su vida, y por el que no escatimó sacrificio alguno. «En momentos como los que vivimos estamos obligados a promover su pensamiento fundacional, sus virtudes ciudadanas, su acendrada honestidad y su lucha inclaudicable por la democracia, la libertad, la justicia social y la solidaridad y fraternidad entre los pueblos.
A ello consagraremos nuestra conmemoración», expresó. Además, recordó que la Fundación Juan Bosch surgió hace ya dos décadas gracias a la labor de doña Carmen Quidiello, principal promotora de esta iniciativa y a un grupo de familiares y nuevos colaboradores comprometidos con hacer posible que este legado esté y continúe estando al servicio del pueblo dominicano.
No solo para continuar la promoción del legado de don Juan, sino también para prolongar en el tiempo su visión acerca de los principales problemas de nuestra época, tanto en la arena nacional como internacional, y mantener vivo su ejemplo de luchador incansable.
«A todas luces, el quehacer de la fundación se ha hecho conocer hoy en todo el país y la región, y se ha ganado el aprecio y el respeto por todos sus aportes permanentes. Durante estos años hemos estado animados por ese compromiso, y continuaremos dando voz al legado imperecedero del profesor y al trabajo de esta fundación que con tenacidad y coherencia se ha trazado la meta de perpetuar y promover su memoria y ejemplo. Sobran los motivos para conmemorar juntos», concluyó Núñez Polanco.
