Buenos Aires.- El caso de un hombre que presuntamente asesinó a su mujer, su suegra y su cuñada e hirió a sus tres hijos, dos de los cuales permanecen hoy hospitalizados, conmocionó este fin de semana a Argentina, donde solo en 2016 se ha alcanzado la cifra de 230 feminicidios.

Este domingo, un hombre de 30 años fue detenido en un hospital de la provincia argentina de Mendoza (oeste) al que se había acercado tras presuntamente haber cometido el triple homicidio en el mismo domicilio de la familia, donde también atacó a sus dos hijos, de ocho y 11 años, y a su hija de ocho meses.

Según informó hoy el director del hospital pediátrico mendocino Humberto Notti, Raúl Rufeil, dos de los niños se encuentran en la unidad de terapia intensiva, conectados a un respirador, y aunque están mejorando respecto al domingo, debido a su corta edad y las características de las lesiones, “el pronóstico es reservado».

El pequeño de 11 años llegó al centro médico con heridas realizadas con “un objeto punzante”, una laceración hepática y una perforación gástrica que ya fueron reparadas en el quirófano, mientras que la bebé sufre serios cortes cervicales, contó Rufeil a radio Belgrano.

“Fue con un ensañamiento que no entra en la naturaleza humana”, agregó el médico. El ministro de Seguridad de Mendoza, Gianni Venier, aseguró este domingo al canal Todo Noticias que el presunto homicida entró a la casa y mató “con arma blanca” a “la pareja, a la suegra y a la cuñada».

La madre de su mujer, de 90 años, estaba en la cama cuando fue asesinada. Tras el violento suceso, el niño de ocho años se escondió en el maletero de un auto y llamó a un familiar, que se encargó de avisar a la Policía, la cual detuvo al supuesto homicida en el Hospital Central de la ciudad, donde se encontraba para ser atendido por las heridas que presentaba y que alegaba haber sufrido en un asalto.

Venier definió al hombre como un “psicópata” que, a su juicio, “no puede alegar una emoción violenta o un estado transitorio de inimputabilidad o que no sabía lo que estaba haciendo” porque cuando la Policía científica entró a registrar la casa donde ocurrió el suceso, descubrieron que había dejado el gas abierto y una vela encendida.