Alabados en el antiguo Egipto y demonizados durante la Edad Media, desde siempre los gatos han despertado la curiosidad de los seres humanos, haciendo que circulen sobre ellos un sinfín de leyendas urbanas sin ninguna base científica. En este artículo, 5 mitos que los rodean:
1- Los gatos y los perros se odian
Un clásico entre los clásicos por el cual la enemistad entre estas dos especies es muy conocida, pero no especialmente cierta.
Los gatos y los perros pueden convivir perfectamente en una misma casa, siempre y cuando cada uno respete los espacios del otro y sobre todo si se han criado juntos.
2- Los gatos negros traen mala suerte
El gato negro es considerado desde hace siglos, por algunos, como un animal de mal agüero.
Para entender el origen de esta creencia hay que remontarse a la época de los celtas, quienes aseguraron que los gatos negros eran los compañeros de las brujas. En la Edad Media, con Torquemada y la Inquisición, se mandó a matar primero a los gatos negros, compañeros de los aquelarres y luego a los gatos en general sin distinción de color.
Así surgió la epidemia de peste negra transmitida por la pulga de las ratas que, ante la ausencia de gatos, proliferaron enormemente generando millones de muertes humanas.
Sin embargo, a lo largo de otra parte de la historia los gatos negros también han sido considerados de buena suerte. En el antiguo Egipto eran animales sagrados y en la Inglaterra victoriana se creía que traían buena suerte a los novios recién casados.
3- Si ronronea significa que está feliz
El ronroneo de los gatos comienza en sus primeros días de vida. Gracias a este sonido los hijos son capaces de comunicarse con sus madres incluso cuando no tienen todos los sentidos desarrollados.
Con el tiempo, el ronroneo pasa a ser una conducta para expresar felicidad, aunque no siempre es así. Diversos estudios han demostrado que los gatos también ronronean cuando tienen algún dolor o temor.
Por eso existen varios tipos de ronroneo:
Ronroneo irregular: indica una felicidad plena en el gato.
Ronroneo uniforme, pero disminuyendo la intensidad hacia el final: se utiliza para poner fin a una situación.
Ronroneo ruidoso: el utilizado para pedir ayuda o comunicar un dolor.
4- Los gatos son malos para las embarazadas
Muchas mujeres creen que deben deshacerse de su gato en el momento en el que quedan embarazadas. Esto se debe al hipotético riesgo de transmisión por parte de los felinos de la toxoplasmosis, una enfermedad peligrosa para el feto.
En la actualidad , esta enfermedad es muy poco frecuente en los gatos caseros cuidados y solo la podrían transmitir a cierta edad temprana siempre y cuando estén padeciéndola.
Además, si la mujer está inmunizada, como ocurre en la mayoría y según se investiga en el embarazo, no existe ningún riesgo para el bebé.
5- Los gatos caen siempre de pie
Este es otro de los mitos más extendidos sobre los gatos, pero no del todo cierto.
Los gatos no siempre caen de pie, ya que depende de la altura desde la que caigan. SSi tienen tiempo de darse la vuelta en el aire, entonces sí que caerán de pie.
Esta habilidad es instintiva y se manifiesta a partir de los 40 días de edad de los gatos.
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