Si nos parece que nadie puede saber más de tecnología que los ‘millennials’ y la generación Z… estamos muy equivocados.
Llegó la hora de darle la bienvenida a la generación Alfa, la primera que es nativa digital al 100%.
Hacer cortes generacionales no es una ciencia exacta.
Sin embargo, según un análisis de 2018 del centro de estudios Pew Research Center, analizar las generaciones ofrece «una manera de entender cómo los acontecimientos globales y los cambios tecnológicos, económicos y sociales interactúan para definir la forma en que la gente ve el mundo».
Y está claro cómo ve el mundo la próxima generación: a través de una pantalla.
¿Quiénes son?
Después de la Generación Z, se nos acabaron las letras del alfabeto latino, pero no se preocupen: nos quedan, todavía, todas las del alfabeto griego.
Y la próxima generación, formada por los hijos de los millennials, es la Alfa.
Los orígenes
Después de los ‘baby boomers’ llegó la generación X (nacidos entre 1965 y 1979). Crecieron oyendo hablar de dispositivos electrónicos, pero la tecnología les resulta todavía algo ajeno.
Luego tuvimos a la generación Y, los famosos ‘millennials’ (nacidos entre 1980 y 1993), caracterizados por un mayor uso y familiaridad con las comunicaciones, los medios de comunicación y las tecnologías digitales.
Y finalmente vino la generación Z (nacidos entre 1994 y 2010). Sus miembros utilizan internet desde muy jóvenes y se sienten cómodos con la tecnología y el mundo digital.
Los hijos de los ‘millennials’
Según las estimaciones de los expertos, cada semana nacen más de 2,5 millones de Alfa en todo el mundo.
Eso significa que para 2025, cuando según los expertos nacerán los últimos miembros de esta generación, podrían ser más de 2.000 millones.
«La gran mayoría nacerán en mercados emergentes y países en desarrollo, y es probable que tengan mejores perspectivas que sus padres y abuelos a medida que mejoren los niveles de vida en los próximos años», afirma Nellis.
El futuro que les espera
¿Vivirán los Alfa mejor que sus padres?
El profesor Nellis cree que sí.
«Creo que la generación Alfa vivirá mejor que sus padres no solo en términos de ingresos sino también en términos de calidad de vida entendida como tener más capacidad de elección, más oportunidades de educación, más cuidado hacia los otros, etc».
Sin embargo, Balaguer no lo tiene tan claro.
«Han tenido más atención que generaciones anteriores, más presencia paterna, pero también sus vidas están muy atravesadas por la tecnología omnipresente y tienen padres más extendidos hacia afuera, conectados por defecto, y eso claramente es una limitante para la disponibilidad emocional y la calidad de la atención», asegura.