La diversificación en el procesamiento de frutas ha reportado al país ahorro millonario en dólares que se invertían en importaciones de materia prima e impulsando a miles de productores que veían como se perdían sus cosechas por falta de mercado.
Héctor Li, gerente de Consorcio Cítricos Dominicanos, del Grupo Rica, cuenta que gracia a la introducción de moderna tecnología, tanto en el cultivo, como en el procesamiento de naranjas, esa empresa ha podido diversificar el procesamiento de frutas, que vende, tanto en el mercado local, como internacionalmente.
Es tal el avance alcanzado por esa empresa en el procesamiento de las naranjas, que actualmente, además del concentrado de jugo, ofertan al mercado alimentos para ganado y aceite esencial, este último se exporta a Europa y a otras regiones del mundo.
El Consorcio Cítricos Dominicanos opera en el país desde 1982 y es parte del Grupo Rica, que lo conforman Pasteurizadora Rica y Lechería San Antonio.
Su actividad principal es producir concentrado de naranja para abastecer el mercado local en un 90 por ciento y el 10 por ciento restante se coloca en el mercado internacional, principalmente en Estados Unidos.
Esa empresa, que anteriormente se llamaba Cítricos Rica, se originó en el marco de un acuerdo de joint venture con el Consejo Estatal del Azúcar, formándose así el Consorcio Cítricos Dominicanos.
«Nosotros tenemos bajo producción, en términos agrícolas, unas 50,000 tareas de tierra, ubicadas en el Villa Altagracia, en la Cumbre, que también pertenece a esa comunidad y en Cotuí», comentó Li.
En esas 50,000 tareas hay alrededor de 50,000 árboles, de los cuales el 85 por ciento está en plena producción y el resto en etapa de desarrollo.
La empresa tiene montada una infraestructura para procesar unas 500 toneladas de frutas por día. Su producción anual alcanza las 40,000 toneladas de frutas y unos 190 millones de naranjas que genera alrededor de ocho millones de galones de concentrado.
Para mejorar la productividad y rentabilidad de la planta en el proceso de extracción de jugo, cuenta con cuatro máquinas, que son los últimos modelos salidos al mercado en ese género y que son tan costosas que no están disponibles para la venta en el mercado mundial, por lo que los fabricantes las rentan, por la gran inversión que se debe hacer para hacer desarrollar ese tipo instrumento.
Esos equipos pueden procesar unas 400 naranjas por minuto, explicó al tiempo que informó que para aprovechar al máximo su capacidad productiva y cumplir con las demandas de un mercado cada vez más exigente, el Consorcio Cítricos Dominicanos, trabaja constante en el desarrollo de nueva área de producción.
«Actualmente exportamos concentrado de naranja que va a Estado Unidos y ha ido a Europa también. Además, vendemos concentrado de otras frutas en Puerto Rico, Alemania y otras naciones», dijo.
[b]Apoyo a la comunidad[/b]
La presencia del Consorcio en la comunidad de Villa Altagracia ha tenido un impacto positivo, al generar cientos de empleos y apoyo al desarrollo comunitario.
«Nosotros cosechamos naranjas desde noviembre hasta junio. Entonces en ese período ofrecemos plazas laborales a alrededor de unas 1,200 personas que trabajan en todo lo que es el proceso de recolección, transporte, selección y manejo. En todo lo que es la cadena de producción y en las oficinas laboran en forma permanente unas 320 personas», explicó.
El Consorcio Cítricos Dominicanos también apoya logística y económicamente diversas actividades de instituciones religiosas, educativas, culturales y sociales, dirigidas a impulsar el desarrollo económico y social de la gente que allí vive.
[b]Otros derivados[/b]
Recientemente, esa empresa hizo una inversión millonaria en la instalación de una planta de procesamiento de productos diversos para exportación.
En esa planta se procesan cocos, rubro que compran a diversos productores y al que extraen leche y crema para exportación.
«En esa planta también tenemos una línea de procesamiento de pulpas de frutas tropicales, donde producimos para exportar pulpa de mango, de guanábana, de lechosa, de piña, de tamarindo, de guayaba y puré de banano, principalmente», dijo.
La ventaja de esa línea de producción es el aporte que hace a muchos productores que ven cómo se perdían miles de toneladas de frutas por falta de mercado, al no poder, por su cuenta, procesarlas, ni buscarle un mercado seguro, añadió.
«La gran ventaja es que esos son productos que hay en abundancia en el país, que tradicionalmente se perdían en los campos, porque simplemente iban a los mercados en las cantidades que la gente podía consumir frescos», comentó.
Actualmente, en las instalaciones del consorcio se procesan entre 200 y 300 toneladas de mango por día, cultivo que antes se perdía por falta de mercado.
«En los últimos dos años y medio, hemos emprendido un proceso de diversificación, tanto en el área de producción agrícola, como en el de manufactura», puntualizó.
En el área agrícola, esa empresa, además de sembrar naranjas, tienen limón persa para exportación como fruta fresca y toronja para producir concentrado, que se exporta a Europa.
«Esa operación genera beneficios al país, en dos vías, en la generación de dólares por efecto de las exportaciones, porque estamos produciendo una materia prima que anteriormente se importaba. Entonces estamos ahorrando la salida de divisas y también aportándola», indicó.
[b]Alimento para ganado[/b]
En el consorcio no se desperdicia nada. Un ejemplo de ello es que la parte sólida de la naranja se deshidrata y se convierte en alimento para animales.
Ese alimento se vende a ganaderos y a compañías procesadoras de alimentos que lo utilizan como parte de los insumos que usan para producir alimentos balanceados para animales, ahorrando así dólares, porque esa pulpa se convierte en sustituto de maíz y soya importado.
[b]Aceite esencial[/b]
Otro subproducto importante en el procesamiento de la naranja es la producción de aceites esenciales.
«De la cáscara de la naranja se extrae aceite cítrico, que es un producto de alto valor comercial. Nosotros producimos alrededor de 40 toneladas métricas de ese aceite al año, que se va a Europa, principalmente a Alemania, Italia y se vende localmente a gente que antes lo importaba,@, dijo.
Mientras que la parte dura o concha del coco la procesan para producir abonos para los suelos, agregó.
Cuentan con una línea de envases asépticos que le va a permitir poder manejar los productos no congelados en temperatura ambiente y transportarlos sin necesidad de refrigeración, lo que abarata los costos de transporte, lo que a larga se refleja en precios más bajos para el cliente.
En la instalación de esa línea se invirtieron alrededor de un millón de dólares, dijo.
Sus aspiraciones futuras son seguir creciendo, aumentar el volumen de producción y sus aportes al crecimiento económico del país, a través de la generación de más empleos y con nuevas instalaciones.