Pregunta de la lectora:
La convivencia tan cercana con mi pareja, en los últimos dos meses, me ha hecho entender que no podemos seguir juntos. La relación es tensa y reaccionamos con hostilidad el uno con el otro. Además, nos mostramos muy fríos afectivamente. Las relaciones sexuales son un acto mecánico. ¿Es suficiente para tomar la decisión de separarnos?
Respuesta de la terapeuta:
La decisión proviene desde la más íntima convicción. Responde a un proceso psicoemocional en el cual se evalúa la calidad de la relación, la reciprocidad afectiva, la confianza adquirida y la seguridad emocional que representa la pareja.
Las propuestas de divorcios que se hacen como respuestas reactivas, es decir, por enojo, desilusión y frustración frente a algunos hechos, no como un proceso consciente, una vez superados es probable que concluyan en arrepentimiento.
A medida que pasa el tiempo, el malestar tiende a disminuir por lo que la intensidad emocional puede variar, incluso se pueden minimizar o justificar los hechos ocurridos. Además, las personas comienzan a apreciar y valorar otros comportamientos de las parejas a los que se les atribuyen condiciones o actitudes especiales.
Incluso, se puede argumentar que el comportamiento se debió al estrés, a la ansiedad o al distanciamiento social, que son algunas posibles justificaciones.
Puede ocurrir que, pasados unos meses, cuando se retorne a la normalidad, se inician las actividades laborales y sociales, y la decisión queda pospuesta. Bajan los niveles de estrés conyugal, la distancia física y emocional vuelve a la posición anterior, a lo conocido, entonces se normaliza la situación. Es lo que solemos observar en la psicoterapia.
Entonces, los deseos de separación se difuminan con el paso del tiempo y se vuelve a la normalidad conocida.
Le recomendaría evaluar con calma las situaciones que le hacen pensar en esa posibilidad. Si las desavenencias conyugales son de larga data, si el distanciamiento afectivo no forma parte de la ecología conyugal y si su percepción de las expresiones sexuales entre ustedes no percibe la entrega emocional y si las interacciones afectivas son escasas, entonces considérelo para la evaluación.
¿Qué valoración le atribuiría al erotismo? ¿Cuál ha sido la apertura para seducirse, intercambiar mensajes eróticos y juegos sexuales espontáneos?
Dialogue con usted misma, profundice en sus sensaciones emocionales. ¿Cuál ha sido su postura ante esta situación?