Consultorio de Familia

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Soraya Lara de Mármol

Pregunta de la lectora: ¿Cómo afecta la conducta de control de la pareja?

Respuesta de la terapeuta: El control es un mecanismo cuya finalidad es mantener a la pareja bajo su dominio. Este se manifiesta explícita o implícitamente.

En la primera, la pareja no se percata de lo que sucede, dado que puede aparecer como una conducta cariñosa: hacer todo juntos, demandar excesiva atención, condicionar lo que la pareja piensa, dice o hace, que son acciones que condicionan a la pareja a que renuncie a su autonomía.

La segunda, es más directiva y se manifiesta con prohibiciones expresas, como por ejemplo: “No vas para ninguna parte”, “No te juntes con esas personas”, “¿Para qué tienes que visitar a tu familia?” o “No tienes necesidad de trabajar o estudiar”. Si la pareja trabaja asume el control del dinero que devenga o hace planes con él sin considerar si está de acuerdo.

Podemos observar en estos ejemplos el control psicológico, social, familiar y económico. Claro que existe una diversidad de mecanismos fuera de los citados. El control dependerá de otras variables que podrían hacerlo más perverso o sutil.

La afección psicológica de la pareja controlada dependerá del grado de control y poder del cónyuge, de la vulnerabilidad y del aislamiento de su entorno social y laboral.

El control se ha asociado a la depresión, dado que las personas perciben que no tienen el control sobre sí mismas, además, gradualmente se desvinculan de las personas significativas para evitar los problemas con la pareja.

Con el paso del tiempo podrían perder las habilidades y las competencias sociales.

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