Pregunta de la lectora:
¿Qué puedo hacer para aprender a manejar la soledad sin que me duela?
Respuesta de la terapeuta:
La soledad no siempre tiene una connotación negativa. Esta puede ser transitoria ante la pérdida de un ser amado.
Nos encontramos con personas que viven solas que saben enfrentar la experiencia con optimismo. Aprenden a disfrutar de la lectura, escuchar música, adquirir conocimiento y compartir con sus amistades y familiares cuando gustan.
Sin embargo, otras están acompañadas, pero se sienten profundamente solas; experimentan, además, una sensación de vacío y pobre sentido por la vida. Se mantienen inquietas y buscan afanosamente compañía sin considerar las consecuencias de esa búsqueda. Su fin es estar con alguien.
Quien se siente solo corre el riesgo de incrementar los pensamientos negativos atribuyéndole a la soledad una carga emocional destructiva, por lo tanto, se corre el riesgo de hacerse daño y exigir compañía y atenciones especiales.
Le sugiero no focalizarse tanto en su sentimiento de soledad. Se trata de asumirla sin socavar el sentido de la vida ni su autoestima.
Debe evitar los pensamientos en el sentido de que nadie la quiere ni le interesa estar con usted, entre otros cuestionamientos en su detrimento, que no son más que ideas erróneas que agudizan su sensación de soledad.
Revise el repertorio de pensamientos y comportamientos que se complementan y crean un círculo vicioso que no le ayuda a asumir una actitud diferente, sino, más bien, a cosificarse en su propia censura.
Usted puede aprender a ver la soledad desde un punto de vista diferente y construir una nueva identidad.