CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Por qué los médicos deben referir sus pacientes al nutriólogo?

R: La salud empieza por la boca, pero también la enfermedad. Ya Hipócrates, el padre de la Medicina, lo advirtió cuando recomendaba: “Que tu comida sea tu medicina, y tu medicina sea tu comida”. Sin embargo, en pleno siglo XXI, la clase médica no tiene una conciencia clara sobre el impacto que tiene la buena alimentación en la recuperación de los enfermos. Esto se debe, en parte, a la limitada formación que reciben durante su carrera profesional y en sus años de residencia médica. Porque, ¿de qué sirven las técnicas quirúrgicas novedosas, los antibióticos de última generación o el uso de ventiladores mecánicos de punta, si el paciente está desnutrido o no recibe una terapia nutricional adecuada y oportuna? Muchos enfermos son sometidos innecesariamente a períodos prolongados de ayuno. Se piensa en todo, menos en la nutrición del enfermo, cuando cada paciente hospitalizado debería ser sometido a un método de cribado nutricional durante las primeras 24-48 h de ingreso, para indagar acerca de su historia alimentaria, si ha tenido alguna pérdida involuntaria de peso, si presenta síntomas gastrointestinales que limiten su ingesta alimentaria o aumenten las pérdidas de nutrimentos. Esto permitiría determinar el riesgo nutricional del enfermo, con el propósito de iniciar un plan alimentario adecuado por vía oral, enteral o parenteral, para mejorar su estado nutricional y reducir las potenciales complicaciones. El estado nutricional del enfermo se ve comprometido por la presencia de enfermedades febriles, quemaduras, traumatismos, infecciones, enfermedades gastrointestinales (cirrosis, gastroenteritis, enfermedad inflamatoria intestinal, etc) y renales (insuficiencia renal, síndrome nefrótico, glomerulonefritis, etc.), depresión, cirugías, tumores cancerosos, insuficiencia cardíaca, y enfermedades que cursan con alteración de la conciencia. La desnutrición se asocia con mayor riesgo de infecciones, trastornos de la cicatrización de las heridas, aparición de fístulas entero-cutáneas, mayor estancia hospitalaria, aumento de los costos de hospitalización y mayor mortalidad. Muchos galenos se limitan a dar orientaciones generales a sus pacientes sobre el tipo de alimentación que necesitan, en vez de referirlos al médico nutriólogo. Otras veces, es el paciente o un familiar quien le solicita al médico tratante ser referido al médico nutriólogo. La dietoterapia y la terapia nutricional especializada deben ser parte del manejo integral de todos los enfermos. ¡La nutrición salva vidas!

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