P: ¿Cómo deben alimentarse las embarazadas?
R: Las alimentación durante el embarazo debe ser equilibrada, incluyendo alimentos proteicos (cárnicos, pescados, lácteos, nueces y leguminosas), energéticos (cereales, granos integrales, tubérculos y leguminosas) como fuente de glucosa para la madre y el feto; frutas y verduras (fuentes de vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes); con grasas saludables (aceite de oliva o canola y aguacate); tomar 2-3 litros de agua al día, reducir el consumo de azúcar e incluir suplementos de vitaminas y minerales para suplir los requerimientos aumentados durante la gestación. La vitamina D puede obtenerse a partir de la leche fortificada y la exposición diaria al sol, pero su deficiencia es frecuente en mujeres obesas, con piel negra y en aquéllas que no se alimentan bien; lo cual afecta negativamente el metabolismo óseo neonatal; y puede aumentar el riesgo materno de caries dental y descalificación ósea, ya que durante el embarazo se transfieren 25 a 30 gramos de calcio de la madre al feto, especialmente en el tercer trimestre. Sin embargo, la ingesta de calcio y fósforo no necesita aumentarse porque durante el embarazo su absorción materna es más eficaz. Las embarazadas deben consumir 400 microgramos diarios de ácido fólico mediante alimentos fortificados o suplementos; pero si se consume antes de la concepción y hasta la sexta semana de embarazo, se reduce el riesgo de los defectos del tubo neural (precursor del encéfalo y la médula espinal). La deficiencia de hierro aumenta el riesgo de abortos y niños con bajo peso al nacer; lo cual justifica la suplementación con 27 miligramos diarios de hierro; y las mujeres anémicas pueden necesitar 60 miligramos al día, hasta la corrección de la anemia. Los requerimientos de vitaminas B1, B2 y niacina están aumentados porque intervienen en el metabolismo energético.
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El consumo de potasio (abundante en frutas y vegetales) ayuda a controlar la presión y reduce el riesgo de cálculos renales. Finalmente, se recomienda evitar el tabaco y el alcohol, limitando el consumo de cafeína (no más de 2-3 tazas de café al día).