Consultorio de Nutrición. Los carbohidratos

Consultorio de Nutrición. Los carbohidratos

Jimmy Barranco Ventura

P: La semana pasada, un prestigioso endocrinólogo decía, en un programa de televisión local, que no debemos comer carbohidratos ni frutas en la cena porque se almacenarían en forma de grasa y elevan los triglicéridos en sangre. Además, dijo que podríamos cenar con vegetales, acompañados de carne, queso o huevo. ¿Podría usted confirmarme si esta declaración es correcta?

R: Eliminar los hidratos de carbono («carbohidratos») de la cena es una práctica antifisiológica y aberrante.

Una dieta equilibrada o balanceada debe incluir en cada comida alimentos ricos en proteínas (aves, pescados, lácteos, huevo, atún, sardina, nueces, leguminosas, soya y derivados, etc.), para poder reparar los tejidos que se van deteriorando diariamente, formar enzimas, hemoglobina, proteínas musculares, hormonas, etc; además alimentos que aporten vitaminas y nutrimentos inorgánicos o «minerales» (frutas y verduras o «vegetales»), substancias necesarias para activar y regular el metabolismo, extraer la energía de los alimentos, formar huesos, hemoglobina y neurotransmisores, regular la presión arterial, la distribución del agua corporal y el buen funcionamiento del organismo. Finalmente, necesitamos alimentos ricos en hidratos de carbono (cereales, tubérculos, leguminosas, pastas, etc) y grasas.

Los hidratos de carbono son muy importantes en la dieta porque aportan glucosa, el combustible energético preferido por el cerebro y los glóbulos rojos; y da energía a todos los órganos del cuerpo: músculo, corazón, riñón, intestino etc. El cerebro necesita 100 gramos de glucosa al día, procedente de alimentos almidonáceos y azúcares; pero entre una comida y otra, la glucosa se deriva del glucógeno («almidón animal») almacenado en el hígado (100 gramos, jústamente lo que gasta el cerebro); y las neuronas no pueden vivir más de 3-5 minutos sin glucosa…!

La falta de hidratos de carbono en la cena trae como consecuencia los siguientes problemas:

1- El organismo destruye las proteínas de los diferentes tejidos (músculo, corazón, hígado, etc) para formar glucosa, y así preservar la vida del cerebro.

2- Aumenta la producción de muchas substancias de desecho (urea, creatinina, ácido úrico, amoníaco) que necesita agua para eliminarse por el riñón, pudiendo provocar una deshidratción.

3- Aumento del ácido úrico y mayor riesgo de cálculos renales.

4- Descalcificación de los huesos.

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