P: ¿Es cierto que los pacientes con infecciones de orina no deben consumir huevo? ¿Qué pueden comer?

R: Los patrones de alimentación son afectados por muchos tabúes que determinan el consumo de alimentos, su forma de preparación y sus combinaciones en determinados momentos o circunstancias. Estas prácticas se fundamentan en creencias erróneas que se transmiten de generación a generación, y dependen de factores culturales, sociales, psicológicos y religiosos, propios de un conglomerado o grupo poblacional. La alimentación es una conducta aprendida, generalmente en el hogar, donde los hijos tienden a reproducir las mismas conductas alimentarias de sus padres.

Muchas personas (incluso por recomendación médica) evitan sin razón alguna, comer huevo en diversas circunstancias: otitis o infecciones de vías urinarias (cistitis, pielonefritis), al creer que «impide el control de la infección», si hay heridas, porque «interfiere con la cicatrización». Otros piensan que el huevo «causa esterilidad» o «no se debe mezclar con piña ni guineo porque provoca congestión». Los enfermos que tienen retención de líquidos (edema) por la pérdida urinaria de albúmina (síndrome nefrótico) rechazan erróneamente el huevo, aunque deberían consumirlo, ya que es rico en albúmina (6 gramos/ unidad), una proteína nutricionalmente completa que regula la distribución del agua en el cuerpo (evitando el edema). ¡Prohibir el huevo cuando hay una infección urinaria es una falacia! El huevo es un alimento muy nutritivo, sus proteínas participan en la formación de nuevos tejidos y en la cicatrización de las heridas; fortalecen las defensas y evitan las infecciones (junto a la vitamina A y el zinc del huevo); también forman enzimas, hormonas, e intervienen en el transporte de sustancias por la sangre. La yema de huevo contiene luteína y zeaxantina, dos nutrimentos antioxidantes que pertenecen a la familia de los carotenoides.

Recomendaciones para controlar las infecciones urinarias:

1- Tomar jugo de arándalo (en ayunas), por su poder bactericida al acidificar la orina.

2- Consumir ajo y cebolla (diuréticos y antibióticos naturales)

3- Consumir frutas cítricas (naranja, limón, toronja, cereza, etc.) y rábano: fuentes de vitamina C, para formar colágeno y aumentar las defensas; y alimentos ricos en vitamina A (zanahoria, batata, mango, melocotón, etc.)

4- Probióticos (yogur con Lactobacillus acidophilus).

5- Beber como mínimo 2 litros de agua al día.