P. Profesor, ¿cuál es el rol de las Áreas Protegidas de la Provincia de Samaná?
R. El desarrollo integral y sostenible de Samaná está supeditado a la existencia y al debido resguardo del conjunto de áreas protegidas que atesora esta demarcación geográfica de la República Dominicana, por sus potencialidades turísticas, económicas, culturales y su trascendencia internacional.
Samaná es la capital ballenera más importante del Atlántico Norte, al exhibir el Santuario de Mamíferos Marinos que la rodea, una de las áreas protegidas más importante del mundo en su género, hermanada con el Stellwagen Bank National Marine Sanctuary de los Estados Unidos, espacios compartidos o interconectados por la Yubarta o Magapteranovaeangliae, el segundo animal más grande del planeta, al crear el vínculo natural donde ejerce su nicho ecológico.
Todos los años y desde que Dios creó La Tierra, ballenas y ballenos tienen una cita obligada para su cortejo y apareamiento en los Bancos de la Plata, la Navidad y la Bahía de Samaná, cuyo espectáculo de saltos, soplos y cantos atrae a turistas de todas las latitudes.
El Monumento Natural Cabo Samaná, una inmensa planicie o plataforma arrecifal solevantada sobre inmensos farallones que Playa Madame les lava los pies, posee las vistas más espectaculares de las costas de la Península.
Pero los paisajes más impresionantes y de belleza indescriptible están engarzados en torno al Parque Nacional Cabo Cabrón, los cuales comienzan Bahía Rincón y rodean los accidentes costeros más extravagantes, como Loma Atravesada, que se levanta violentamente desde el mar hasta 600 metros, con vistas a 360 grados que recrean puerto natural El Valle, atraviesan múltiples cayos e islotes y se pierden en el Océano Atlántico.
Uno de los saltos de agua más emocionantes del país, visitado por miles y miles de turistas, se encuentra protegido en el Monumento Natural Salto El Limón. Nadie visita a Samaná sin transitar por la Vía Panorámica Santo Domingo – Samaná, que atraviesa tres parques nacionales (Humedales del Ozama, Los Haitises y Manglares del Bajo Yuna), el Refugio de Vida Silvestre Gran Estero y conecta con las playas Cosón, Bonita, Las Terrenas y Portillo, extendiéndose por vías inconclusas hasta las playas El Limón, Lanza del Norte y Las Canas.
En todas estas Áreas Protegidas, algunas sin Encargados y sin Guardaparques, descansa el porvenir de esta Perla del Atlántico, donde todo es original, único o irrepetible. Sin estos espacios protegidos, es imposible que Samaná sea uno de los puntos turísticos de trascendencia internacional.