P. Profesor, se inicia la temporada ciclónica 2024 ¿Qué podemos hacer para defendernos de la naturaleza?
R. Muy sencillo, ofrendarle el respeto que ella se merece. Esta interrogante está mal formulada, pues la naturaleza no nos agrede, todo lo contrario, nosotros lo hacemos contra ella. Es el Ser humano quien ha desatado estos vientos que están produciendo tanto lodo.
Si le damos una miradita a los desastres naturales, que en el pasado estaban distanciados unos de otros, en estos primeros años del 2024, para la humanidad han sido verdaderas tragedias, que ni los países, ni la ciencia, ni la tecnología han podido evitar, ni siquiera manejar, pues el inventario de muertes supera cualquier conflagración mundial.
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¿Cuántos muertos han dejado las inundaciones en Río Grande do Sul – Porto Alegre, Brasil? ¿Cuántos en Afganistán y ahora en Papúa Nueva Guinea? Y como para que nadie se queje o llame a engaños, ¿qué está pasando en Houston – Texas USA?
No es común, ni natural ni esperable que los cinco continentes terrícolas, sin contar los continentes congelados en los polos, entren en crisis climática todos a la vez, sin que podamos distinguir, en qué punto del planeta son más severos, para poder adoptar precauciones que contribuyan a salvar vidas, al menos, a los más vulnerables.
Tenemos que prepararnos utilizando la lógica más elemental, como si fuésemos animales, porque humanos inteligentes, definitivamente hemos dado suficiente muestras de que nos ha costado bastante y no parece que la tecnología pueda ayudarnos mucho.
En esta semana ya comienza la temporada ciclónica y a juzgar por las señales previas que nos ha enviado, es muy probable que no sea muy bonito lo que viene. Tenemos que alejarnos de los ríos, de las pendientes escarpadas, de los espacios más deforestados, de las costas bajas y todos los espacios en extremo vulnerables…