Respuesta de la terapeuta: Lo primero es detectar si usted confía incondicionalmente en los demás y si se le dificulta reconocer si la persona con quien se relaciona intenta obtener beneficios.
Muchas personas con miedo a la soledad y a ser excluidas tienden a ofrecer constantemente ayuda y a conceder favores para ser aceptadas, aunque se sientan explotadas.
Tres preguntas importantes: ¿Qué tanto usted cuida sus límites personales? ¿Es usted una persona influenciable? ¿Teme al rechazo? Si las respuestas son afirmativas, es probable que una persona sin escrúpulos se aproveche de usted.
Las personas explotadoras se hacen pasar por buenos amigos con la intención de detectar los rasgos de vulnerabilidad o don de gente para sacar provecho. Tienden a involucrarse con su familia e inmiscuirse en sus actividades particulares para hacerle creer que son indispensables en su vida. Mientras obtengan algún beneficio, usted será su amigo y desde que dejan de obtenerlo se distancian.
Otro comportamiento típico es distanciarlo de otras amistades, pues la intención es acapararlo totalmente. Muchas veces, querrán determinar a los lugares a los que usted iría y con quién relacionarse. También se dedican a llevarle chismes para indisponerlo contra otras personas, garantizar su aislamiento y ser los únicos con acceso a usted.
Podrían mostrar un comportamiento adulón y servil para que usted se compadezca y no les abandone. No están presentes cuando los necesita, pues solo esperan que sea usted quien esté pendiente. Muestran conductas de celos para impedir su relación con otras personas, dada su inseguridad extrema.