El sentido de la gratitud en Navidad
Uno de los propósitos más generalizados en Navidad es el encuentro familiar y la celebración de los rituales.
Estar junto a la familia, sobre todo para los hijos emancipados, es recargar el vínculo afectivo y socializar con espíritu de alegría. Es el encuentro entre diferentes generaciones y celebrar el sentido de pertenencia multigeneracional.
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Los sentimientos experimentados no se reducen al reencuentro físico de un día, incluyen la vivencia emocional interna de lo que significa la familia y volver al encuentro con sus padres en reconocimiento a la lealtad y la gratitud.
Aunque no lo verbalicen explícitamente, con la presencia y los abrazos y las sonrisas, los valoran tener la libertad de participar activamente en el ritual, y muestran su gratitud por la crianza, el amor, la confianza y la seguridad que experimentaron.
Cada familia tiene su propio ritual con características muy particulares. Ese reencuentro se goza bajo el misterio inquebrantable de los rituales y el sentido de la pertenencia que pasa de generación a otra. De esta manera se comparten las historias familiares asociadas a la Navidad.
Los niños aprenden desde temprana edad a disfrutar de la celebración, incorporan la experiencia en su memoria, sobre todo cuando el reencuentro y el festejo deja la impronta de la alegría, el afecto, el juego y los regalos.
Los padres se sienten regocijados con la presencia de los hijos y sus parejas. Si tienen nietos, la experiencia es más gozosa para todos.
Ser agradecido abre las puertas al bienestar, al sentido de la solidaridad y a reconocerse a sí mismo como parte integral de la familia.