Pregunta de la lectora: ¿Podemos enseñar a los niños a ser éticos?
Respuesta de la terapeuta: Ética y valores son una díada que garantiza el buen trato en el entorno familiar, social y escolar.
Los niños aprenden el sentido de la justicia, el respeto, la solidaridad, el altruismo y la ayuda mutua. Que sus padres o tutores sean modelos es un derecho, es garantía del aprendizaje transgeneracional.
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Si los padres son coherentes con los valores y comportamientos éticos, el aprendizaje está garantizado. Estos se transmiten colectivamente en la familia y en la sociedad.
Interiorizar las reglas sociales mediante los valores positivos y significativos para la familia y la sociedad, los niños se sienten orgullosos y dignos, pues saben que actúan correctamente. También se constituye en garantía de buen trato.
Cuando los niños interiorizan la ética aprenden a ser responsables de sus comportamientos y a considerar que maltratar a otros es hacer daño. Un ejemplo es cuando golpean. Los padres deben promover la reflexión y preguntarles qué piensan sobre lo que debe sentir su amigo o hermano y cómo se sentirían si les hicieran lo mismo.
Promover que los hijos se coloquen en la posición del otro para sensibilizarlos sobre las consecuencias de sus acciones, contribuye con el desarrollo y fortalecimiento de la empatía, un factor que potencia los valores y la ética.
Los padres deben estar prestos a modelar la sensibilidad, el buen trato, el altruismo y la comprensión hacia los demás. Los hijos escuchan, observan e integran a su repertorio conductual y afectivo de lo aprendido.
El comportamiento ético se aprende.