Pregunta de la lectora: ¿Por qué los padres involucran a los hijos en los problemas conyugales?
Respuesta de la terapeuta: La familia es una unidad emocional que se rige por el nivel de madurez, el grado de ansiedad frente a los problemas y la necesidad de buscar apoyo en un tercero para reducir la reactividad emocional. En ocasiones, no afrontan los problemas asertivamente.
Dice Murray Bowen: “La unidad de relación estable más pequeña es la establecida por tres, ya que cuando dos personas son incapaces de resolver los problemas entre ellas, una o ambas tenderá a involucrar a un tercero” (un hijo, el terapeuta, el trabajo, un amante). De esta manera se reduce el malestar emocional.
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En terapia familiar sistémica se conoce como triángulo relacional, cuando uno de los padres descarga toda su tensión involucrando a uno o varios de los hijos y les cuentan lo que les sucede. En el peor de los casos, los condicionan para que asuman una actitud en contra del otro padre.
El agravante es que la pareja no resuelve sus conflictos, sino que los evade por lo que se hacen crónicos, aumenta el malestar y los hijos, en consecuencia, estos comienzan a mostrar comportamientos inadecuados, rebeldía, consumo de alcohol o drogas, tristeza, ansiedad, baja calificaciones o aislamiento escolar, entre otros.
Esta tríada se cosifica y el hijo triangulizado no puede salir de la situación porque ambos padres mantienen estable la pauta disfuncional a costa suya.
La prudencia de los padres debe enfocarse en no involucrar a los hijos y asumir la resolución de los problemas conyugales.