Respuesta de la terapeuta: El matrimonio o unión libre con la pareja es una etapa en el continuum del desarrollo familiar.
Las celebraciones de las bodas son rituales que dan sentido y apertura a una etapa en la que ambas familias festejan la bienvenida de las parejas y el acercamiento entre los parientes.
Estos rituales variarán de acuerdo con las creencias familiares, culturales y religiosas, aspectos que deben ser considerados tensiones innecesarias. También hay que tomar en cuenta que en nuestra cultura, las familias de las mujeres marcan un territorio importante de pertenencia.
El matrimonio como ciclo familiar es una etapa de emancipación en la que la pareja debe concentrarse en crear su sentido de pertenencia y la separación funcional con la familia de origen.
Hay tres posibilidades importantes a considerarar, una de ellas es cuando una familias es fusionada, en cuyo caso se corre el riesgo de que la pareja termine absorbida y sin identidad. Este tipo de familia exige estar enterada de todo, reacciona desfaroblamente si no es tomada en cuenta a la hora de las decisiones, tiende a involucrarse en la cotidianidad de la pareja y a opinar en todo.
El otro tipo, es la familia desligada que no se involucra; suele ser distante, poco comunicativa y afectiva.
Por otro lado, tenemos la familia funcional que reconoce sus límites, sabe estar en contacto, participar en los rituales preservando la identidades de ambos sistemas familiares y respetando la autonomía de la pareja.