Soraya Lara de Mármol 
Soraya Lara de Mármol
Pregunta de la lectora: ¿Si un miembro de la pareja sufre una crisis personal afecta al otro?
Respuesta de la terapeuta: Claro que sí. El modelo de psicoterapia familiar y de pareja plantea que todos los miembros de un sistema familiar se influencian mutuamente. Se refiere al concepto de la circularidad.
Una persona que atraviesa por una crisis personal puede activar una serie de comportamientos que afectan a la pareja. Los pensamientos y las emociones que se activan durante ese periodo crean una distancia emocional de la pareja.
Existe la probabilidad de que algunos comportamientos, actitudes o expresiones afectivas de la pareja sean de rechazo, ignorar o reaccionar con hostilidad. Simplemente, su atención, emociones y pensamientos se dirigen hacia otra persona o intereses distintos a la pareja con la que convive.
En este periodo ocurren cambios perceptibles que pone a la pareja en un estado de alerta porque percibe que el status quo ha cambiado. Se refleja en las rutinas y ciertos rituales familiares que a mediano y largo plazo deterioran la calidad de la relación.
La persona que nota el cambio reacciona con la intención de que la relación vuelva al estado anterior, al patrón conocido.
Ahora bien, la persona que atraviesa por la crisis afecta al otro, y, por lo tanto, se extrapola a la pareja. Cuando aparecen las demandas, no son bien recibidas, por lo que la persona a las que van dirigidas reacciona con distanciamiento, sin tomar en cuenta que su propio comportamiento alerta al cónyuge.
Es prioridad que ambos logren superar la crisis por el bien de la relación.
