Pregunta de la lectora: ¿Una pareja debe consentir tener sexo con la pareja?
Respuesta de la terapeuta: El consentimiento de la pareja para el disfrute sexual es un acuerdo implícito o explícito para el disfrute de ambos.
El consentimiento implícito es el que ocurre cuando la pareja se acaricia, se mira con ternura, se dice palabras estimulantes y se besa hasta culminar en el éxtasis amatorio. La pareja conoce su lenguaje erótico y se entrega con confianza.
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El consentimiento explícito es cuando un miembro de la pareja comunica al otro que quiere acompañarle en la experiencia sexual con amor y disfrutar del erotismo sin necesariamente buscar el orgasmo ni forzarse a hacer lo que no quiere. Es un acuerdo que puede darse libremente.
Ahora bien, si la pareja entiende que no desea una experiencia sexual, puede expresarlo verbalmente o con los gestos corporales. Cada pareja conoce cómo reacciona el cónyuge, la diferencia está en el respeto y la empatía.
En estos casos, no se incluye el consentimiento para tener los hijos, pues no se trata de una experiencia sexual con fines puramente procreativos, es decir: “Vamos a tener sexo para concebir los hijos”. Esto suele ocurrir con las parejas que se encuentran en tratamiento para la fertilidad. En estos casos, el consentimiento es explícito.
Una relación de pareja en la que el hombre es maltratador, usa a la mujer como un objeto con el fin de satisfacer sus deseos sin considerar si ella desea la experiencia sexual. Él se impone y la condiciona mediante intimidaciones y amenazas.
El consentimiento debe prevalecer.