1. En 2010 fui contratado como ejecutivo en un grupo; me ofertaron una cantidad y en la negociación solicité otra. Acordamos la cantidad que yo propuse, a condición se ser repartido en dos contratos escritos. Uno como contrato de trabajo y otro como contrato de vehículo y combustible. El segundo contrato fue hecho usando un modelo preexistente que establece que puede ser cancelado por la administración, aunque el espíritu de la negociación fue que este era un salario complementario para llegar a la cantidad acordada verbalmente. Desde el 2012 hay una nueva administración y ahora he recibido un correo electrónico junto a otros compañeros, informándonos la cancelación del beneficio de “vehículo y combustible”.
Pienso que es una violación a un acuerdo verbal total, y una reducción de mi salario. En una futura liquidación, si no reclamo ahora seré liquidado con mi último salario que será menor. Conservo todos los reportes de depósitos electrónicos desde el inicio en 2010. Las transacciones electrónicas distinguen claramente los conceptos conforme a los dos contratos escritos.
¿Podría no reclamar ahora y continuar con esta reducción y cuando llegue la cancelación-liquidación reclamar por este tiempo y este salario que ya no sería el último? ¿Qué usted me sugiere que haga? Tengo 60 años y para mí es muy importante esta decisión.
n las condiciones que ha explicado usted, su empleador no puede quitarle la retribución que le ha pagado a título de “vehículo y combustible” pues eso es en realidad un salario encubierto, es decir es parte de su salario. No basta que haya un contrato escrito que diga “vehículo y combustible” ni tampoco vale que se asiente “vehículo y combustible” en las transferencias bancarias o ante la DGII. Para que esos pagos sean realmente un gasto en la ejecución del trabajo, es indispensable que haya facturas, comprobantes o recibos que evidencien que eran gastos reales.
Su primera opción podría ser un acercamiento con la nueva administración, haciendo saber su situación particular de contratación en que se negoció desde un inicio una remuneración pero que por cuestiones administrativas o contables se bifurcó su pago en dos partidas. Si ese acercamiento no rinde frutos, y persisten en hacer el cambio, habría que pensar en una dimisión, para lo que recomiendo asesorarse con un abogado, pues cualquier error podría ser fatal. A esos fines, en el Ministerio de Trabajo funciona un muy eficiente Departamento de Asistencia Judicial, que es gratuito.