Consumidores, glisofato y Ministerio Público

Consumidores, glisofato y Ministerio Público

Altagracia Paulino

Consumidores, glisofato y Ministerio Público. Me fascinan las buenas noticias, como la relacionada con la determinación de la Procuraduría General de Estados Unidos, que aconseja a la Suprema Corte de Justicia de ese país rechazar la solicitud de revisión que la compañía Bayer interpuso ante el fallo de un jurado, el cual determinó que la exposición al herbicida a base de glifosato fue la causa de cáncer de un usuario del producto Roundop.

En esencia, el ciudadano Edwin Hardman ganó una demanda a la empresa Monsanto, a la que le atribuyó el cáncer que padece al exponerse gran parte de su vida al uso de glifosato. El tribunal de primera instancia condenó a la compañía al pago de 80 millones de dólares, pero un juez de la Corte de California le redujo a 25.2 millones, suma que ha pagado la empresa Bayer, con la condición de que el monto le sea devuelto si la Suprema Corte le da ganancia de causa.

El escrito de la procuradora general, Elisabeth Prelogar, establece que no existe ninguna razón sólida para que el tribunal conceda la revisión. Previo a esta solicitud, la compañía también pidió nuevamente a la Corte de Apelación de California que revisara el fallo, el cual le fue rechazado, por lo que en esta oportunidad han llevado ante la Suprema la petición de revisión.

Resulta que desde el año 2015, miles de personas han demandado a la empresa por las mismas razones y creen que si la Suprema falla a su favor dejarán de seguir en aumento las demandas por el cáncer de no Hodgkin, que es el más frecuente relacionado con el uso del glifosato, que es la base del producto Roundop, de bastante uso en nuestro país para eliminar la maleza en los cultivos como arroz, maíz y otros.

Le invitamos a leer: Tres meses de prisión preventiva para «La Demente»; la envían a Najayo

En el primer fallo a favor de Hardman, el jurado encontró que la empresa Monsanto, ahora Bayer, no advirtió sobre los riesgos, pese a que desde hace décadas la ciencia ha demostrado el vínculo del herbicida con el cáncer.

El uso del glifosato ha sido prohibido en varios estados de la Unión Americana, en Canadá, Nueva Zelanda, España, Inglaterra, Eslovenia, Escocia, Suiza; en Alemania se estudia la prohibición como parte del principio de precaución, ante la amenaza de daños a la salud y al medio ambiente.

El glifosato, que se entendía que se degradaba a los 20 o 30 días, no solo elimina las hierbas malas también las buenas, igual contamina el ambiente y llega a lagos y ríos destruyendo parte de la fauna.

Las personas expuestas corren el riesgo de cáncer entre otras enfermedades, razón por la que ya esta prohibido en la mayoría de los países desarrollados.

El precedente que establece el ministerio público de Estados Unidos es muy alentador, porque pone de manifiesto el interés por la salud de los consumidores y de sus ciudadanos anteponiéndolos a las pérdidas de una empresa que, a todas luces, se ha manejado de manera irresponsable al omitir información trascendental a los usuarios.

El glifosato es muy usado por nuestros agricultores, es de venta libre y tiene diferentes nombres por lo que la administración del país debe aplicar el principio de precaución y determinar los nombres comerciales, así como tomar medidas al respecto.

Puede leer también: Mirna Ortiz asegura auditorías son piezas claves en caso Coral y otros