Consumo problemático de alcohol: ¿cuál es la señal que alerta en los adolescentes?

Consumo problemático de alcohol: ¿cuál es la señal que alerta en los adolescentes?

Un estudio reciente realizado por expertos de la Universidad de Carnagie Mellon (UCM) detectó que los adolescentes y los jóvenes que beben solos corren más riesgo de padecer trastornos por el consumo de alcohol en el futuro. La investigación advirtió también que el las mujeres con esa práctica tienen más altas posibilidades de caer en abusos con el alcohol.

Kasey Creswell, autora principal del estudio y profesora de psicología de la UCM, recordó que “la mayoría de los jóvenes que beben lo hacen con otros en entornos sociales, pero una minoría sustancial de jóvenes beben solos. Beber en solitario es un factor de riesgo único y sólido para el futuro trastorno por consumo de alcohol“.

“Incluso después de tener en cuenta los factores de riesgo bien conocidos, como el consumo excesivo de alcohol, la frecuencia del consumo de alcohol, el nivel socioeconómico y el género, vemos una fuerte señal de que beber solo en la juventud predice problemas con el alcohol en la edad adulta”, destacó en el estudio, que fue publicado este mes, en las revistas Science y Drug and Alcohol Dependence.

El consumo excesivo de alcohol es un problema global que inciden en 3 millones de muertes en todo el mundo cada año. Los médicos habitualmente evalúan a los jóvenes con problemas en ese sentido, pero sus preguntas se centran especialmente en la frecuencia y la cantidad de alcohol consumido. En cambio, Creswell consideró que el contexto social en el que beben los jóvenes es un indicador crítico, pero a menudo pasado por alto, del uso indebido de alcohol en el futuro.

El consumo de alcohol en las Américas es responsable de al menos 379.000 muertes al año, y en 2016 representó el 5,5% de todas las muertes en la región. La mayoría de las muertes se debieron al cáncer (83.351), a los comportamientos de autolesión y la violencia interpersonal (65.880), junto con otras enfermedades, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Creswell se asoció con Yvonne Terry-McElrath y Megan Patrick, de la Universidad de Michigan, para analizar los datos del Monitoring the Future, un estudio epidemiológico en curso sobre el consumo de drogas y alcohol entre los jóvenes estadounidenses seguidos hasta la edad adulta.

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Ese trabajo consistió en el seguimiento de aproximadamente 4.500 adolescentes (18 años) que respondieron encuestas sobre sus patrones de consumo de alcohol y si consumían cuando estaban solos. Luego, estos participantes fueron monitoreados durante 17 años, brindando información sobre su consumo de alcohol y si bebían solos en la edad adulta joven, entre 23 y 24 años, e informando síntomas de trastornos por el consumo de alcohol en la edad adulta, cuando tenían unos 35 años de edad.

Los resultados mostraron que los adolescentes y adultos jóvenes que informaron haber bebido solos tenían un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastornos por consumo de alcohol en la edad adulta, en comparación con sus pares que solo bebían en entornos sociales.

El equipo controló una serie de factores de riesgo tempranos bien establecidos para los problemas con el alcohol, como el consumo excesivo de alcohol y el consumo frecuente de alcohol. Descubrieron que las probabilidades de tener síntomas de trastornos por ese consumo a los 35 años eran un 35% más altas para los adolescentes que bebían solos y un 60% más altas para los adultos jóvenes que bebían solos, en comparación con los bebedores sociales.

En cuando a las adolescentes que bebían solas los especialistas detectaron que tenían un riesgo particularmente alto de desarrollar futuros problemas con el alcohol en la edad adulta.

Del total, alrededor del 25% de los adolescentes y el 40% de los adultos jóvenes informaron que bebían solos. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones dirigidas pueden ser útiles para educar e informar a estos grupos, especialmente a las mujeres jóvenes, sobre los riesgos del consumo de alcohol en solitario para prevenir el desarrollo de trastornos por consumo de bebidas en el futuro.

Además de la investigación que encabezó Creswell otros estudios demostraron que los jóvenes beben solos como una forma de hacer frente a las emociones negativas y es un patrón de conducta que se ha relacionado siempre con el desarrollo de problemas con el alcohol. Creswell consideró que la pandemia ha aumentado el consumo de alcohol en solitario entre los jóvenes.

“Con aumentos simultáneos en la depresión y la ansiedad relacionadas con la pandemia, es muy posible que veamos un aumento en los problemas con el alcohol entre los jóvenes del país”, dijo Creswell, en referencia a Estados Unidos.

En ese sentido, el director de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) de México, Gady Zabicky Sirot, explicó que por lo general, “las y los jóvenes comienzan el consumo en casa y esto hace que se normalice dicha conducta”. En la actualidad, 20 millones de personas en ese país enfrentan adicción al alcohol, con frecuencia se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio.

Zabicky Sirot consideró que “la atención del alcoholismo debe darse de manera integral con tratamiento y debe ser dual, ya que las personas con esta enfermedad también enfrentan alguna condición psiquiátrica como ansiedad, depresión, ataque de pánico o cuadros psicóticos”.

El experto de México puso el énfasis en los perjuicios que puede atraer a los adolescentes el consumo de alcohol, en una etapa en que el cerebro “es susceptible” a los efectos perjudiciales por los cambios físicos en este período de la vida. “La evidencia científica muestra que la interacción de diversos factores como familia, escuela, amigos, el espacio físico y el aspecto socioeconómico, aumentan la vulnerabilidad de una persona al consumo de sustancias psicoactivas y a desarrollar trastornos relacionados con el abuso en la ingesta de este producto”, concluyó el especialista en una entrevista difundida por la Secretaría de Salud de México.

Expertos de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) de la Secretaría de Salud de México, señalaron que el problema del alcoholismo ya ha alcanzado al menos 20 millones de ciudadanos. La edad promedio en la que mexicanos y mexicanas comienzan a consumir alcohol se establece entre los 13 y 14 años.

El vicepresidente de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, Juan Arturo Sabines, señaló a Infobae que México tiene un consumo excesivo de bebidas alcohólicas durante los fines de semana especialmente entre adolescentes. El experto hizo especial énfasis en señalar que un menor de edad no debería consumir ni una copa de alcohol, porque dichas sustancias están clasificadas como de “uso nocivo” además de que su sistema cognitivo y su sistema nervioso central no han terminado de madurar.

Si un menor de edad comienza a consumir alcohol a edades tempranas, se activa de manera más inmediata el mecanismo de recompensa, lo cual lo va a llevar a postre a ser una persona dependiente de la bebida.

Por otra parte, académicos del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz sostuvieron a través de diferentes estudios que en México el sexo influye más que la edad en la manera de beber puesto que, mientras que las mujeres encuestadas declararon consumir poco alcohol, todos los varones consultados afirmaron beber con frecuencia.

Del mismo modo, una académica de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) puntualizó que, efectivamente, el alcohol afecta a las mujeres de forma distinta que a los hombres debido a que sus cuerpos son diferentes.

En el caso de las mujeres al tener un peso, agua y grasa corporal menor es más probable que se emborrachen mientras que los hombres cuentan con una enzima que les ayuda a eliminar el alcohol de su sistema.

Respecto a las consecuencias del consumo del alcohol en México, los representantes de CONADIC señalaron que, además de accidentes de tránsito, este factor está vinculado a enfermedades como el cáncer de mama, cirrosis, diversas afectaciones en el corazón y el síndrome alcohólico fetal, relacionado a deformaciones que un bebé puede tener al ser gestado por personas alcohólicas.

El Gobierno de México, por su parte, catalogó el alcohol como uno de los principales factores de riesgo de discapacidad y para morir prematuramente, asimismo, lo considera una droga que provoca dependencia y cuyo consumo está asociado con más de 200 enfermedades y lesiones en tanto que también es el responsable de causar problemas y daños sociales, mentales y emocionales.

El consumo per cápita de alcohol en el país azteca es de 4.4 litros por año, sin embargo, el patrón de consumo se caracteriza por ser excesivo, es decir, se consumen grandes cantidades en periodos cortos, principalmente los fines de semana.

Los representantes de CONADIC consultados por Infobae evocaron a la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCODAT) de 2016, en donde se señaló que el 71% de la población mexicana ha consumido alcohol alguna vez en su vida, de las cuales el 33.6% reportó un consumo excesivo.

Con dichos antecedentes, puntualizó la funcionaria, el 8 de mayo de 2018, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que establece el 15 de noviembre como el “Día Nacional contra el Uso Nocivo de Bebidas Alcohólicas” en México.

El propósito es concientizar a la población sobre los efectos negativos que ocasiona el alcohol, especialmente en niños y adolescentes, así como el fomento de actividades cívicas, deportivas y culturales que contribuyan en la lucha contra el alcoholismo.

En Colombia también se ha detectado como un problema acuciante el consumo de alcohol entre los adolescentes. En noviembre pasado se conoció un nuevo estudio de la Corporación Nuevos Rumbos, una ong sin fines de lucro dedicada a la prevención de adicciones, que reveló un dato que puso en alerta a las autoridades: en el país los menores de edad empiezan a tomar alcohol desde los 13 años. Además, se encontró que esta población está altamente expuesta a las bebidas, lo que les facilita el acceso.

La investigación dio cuenta de que esa exposición genera curiosidad y a esto se suman aspectos culturales que fomentan la ingesta de alcohol antes de llegar a la edad adulta. En concreto, el 40 % de los menores de edad en Colombia se encuentra expuesto al consumo de alcohol. De los encuestados, el 60 % afirmó que es fácil acceder a estos productos y el 70 % de los jóvenes lo consumen en presencia de sus padres.

Por otra parte, un amplio estudio publicado este mes en la revista The Lancet concluyó que las personas jóvenes, de entre 15 y 39 años, tienen mayores riesgos para su salud si beben alcohol que los mayores de 40 que no presenten condiciones de salud subyacentes, quienes podrían tener algunos beneficios en un consumo moderado.

El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington analizó 30 años de datos de personas de 15 a 95 años de edad de 204 países y territorios recopilados por el Estudio de Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo del Instituto, que rastrea la muerte prematura y la discapacidad de más de 300 enfermedades.

Los científicos sugirieron que las recomendaciones globales de consumo de alcohol deben basarse en la edad y la ubicación, con las pautas más estrictas dirigidas a los hombres de entre 15 y 39 años, que corren el mayor riesgo de consumo nocivo de alcohol en todo el mundo. Para este grupo de edad, beber alcohol no brinda ningún beneficio para la salud y, por el contrario, representa muchos riesgos, ya que el 60% de las lesiones relacionadas con la bebida ocurren entre personas de este grupo de edad, incluidos accidentes automovilísticos, suicidios y homicidios.

En Perú la situación no difiere tanto. Ante la pregunta ¿El consumo solitario de alcohol en la adolescencia predice problemas con el alcohol en la edad adulta?

María Elena Escuza, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener, expresa que sí existe una relación entre el consumo del alcohol en edad temprana que conlleva a la etapa de adultez a continuar con esta adicción.

“La persona que empieza a consumir alcohol en edad temprana y de forma solitaria algo está tratando de evadir, algo está tratando de enmascarar, y ahí está la gravedad del asunto porque no se sabe quién es más adelante desarrollarán una adicción al alcohol. Sin embargo, si a esta persona a edad temprana no se le corta esa adicción, en la edad adulta seguirá consumiendo alcohol porque lo verá de una forma normal, entonces este comportamiento marca una predicción”, sostuvo la especialista a Infobae

“Hay que dejar en claro que para desarrollar el alcoholismo no necesariamente tienes que ser adulto, un adolescente de 13, 14 años y hasta 12 años puede ser alcohólico. Aquí el rol de los padres y de la familia en general es muy importante, muchos de los jóvenes son alcohólicos porque vieron al padre o a la madre bebiendo en exceso, entonces es un modelo pésimo a seguir”, agregó Escuza.

Y cerró: “Otras de las consecuencias o problemas que trae el alcoholismo, ya sea solitario o acompañado a una edad temprana, es que más adelante en la edad adulta se pueden desarrollar patologías en la salud como: problemas hepáticos, problemas gástricos, problemas de conducta, hasta problemas de concentración, porque el alcohol a ser consumido de manera excesiva genera estos y más inconvenientes en nuestro estado físico y mental”.