El dueño de un largo prontuario delictivo aquí y en Norteamérica, quien escapó de la justicia en Estados Unidos y luego se suicidó en noviembre del 2018 en el parque Mirador Sur, fue identificado por la jueza Miriam Germán Brito como el contratista que construyó su vivienda de San José de Ocoa, durante la evaluación de su desempeño magisterial ante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).
Se trata de Richard Miguel Gloss Ovalles, o Richard Molina Ovalle, quien, a pesar de haberse suicidado, la investigación sobre sus actividades continúa abierta tanto por fiscales de Estados Unidos como por las autoridades judiciales dominicanas. Un amplio reportaje publicado por el vespertino El Nacional, recoge el historial criminal del individuo a quien la magistrada Germán mencionó como un conocido que participó en la edificación de su casa campestre.
Según la referida crónica, Ovalle huyó de Estados Unidos hacia la República Dominicana en 1998 tras cumplir una pena de tres años de cárcel por el uso y posesión de un pasaporte falso y otros delitos. Se afirma que en Norteamérica “construyó” un amplio historial de delitos, perseguido con una orden de arresto activa por haber escapado aprovechando que estaba libre bajo palabra.
Aquí la Procuraduría General rastreó sus cuentas y propiedades, y bajo el nombre de Richard Molina Ovalle poseía un patrimonio personal de más de 20 inmuebles, sin poseer ingresos que justificaren los mismos.
Aquí surgen las preguntas: ¿Puede una jurista experimentada y prestigiosa jueza de largo ejercicio contratar a un individuo de tal calado criminal, sin conocer su procedencia siquiera a través del rumor público? ¿Quién lo recomendó a la magistrada? ¿Cómo él llegó hasta ella? ¿Acaso eran amigos?
El CNM debe obtener estas respuestas antes de fijar el destino