SEÚL. Corea del Norte anunció el jueves un detallado plan para lanzar una salva de misiles balísticos hacia Guam, un territorio estadounidense en el Pacífico que sirve de centro militar y base para bombarderos. De llevarse a cabo, sería el ensayo más provocador de Pyongyang hasta la fecha.
El anunció advirtió que Pyongyang está preparando un plan para disparar cuatro de sus misiles Hwasong-12 sobre Japón a aguas próximas a la pequeña isla, que acoge a 7.000 soldados estadounidenses en dos bases. La población total de la isla es de 160.000 personas. Japón y Corea del Sur prometieron una contundente reacción si Corea del Norte sigue adelante con su plan.
El plan, que consiste en lanzar los misiles para que caigan al mar a 30 a 40 kilómetros de la isla, sería enviado al líder Kim Jong Un para su aprobación en la próxima semana, y dependería de éste que se lleve a cabo o no, según el anuncio. No está claro —o exactamente por qué— Corea del Norte se arriesgaría a lanzar misiles a un lugar tan cercano al territorio estadounidense.
El lanzamiento prácticamente obligaría a Washington a intentar interceptarlos, lo cual podría generar una escalada mayor. Corea del Norte suele utilizar una retórica extremadamente belicosa junto con advertencias de medidas militares para mantener en alerta a sus adversarios. Generalmente dice que no atacará a Estados Unidos salvo que éste ataque primero o haya determinado que el ataque es inminente.
Pero en este caso hubo amenazas de ambas partes. Ante informes de la inteligencia estadounidense de que el Norte estaría en condiciones de acoplar una ojiva nuclear a un misil capaz de alcanzar blancos en territorio continental estadounidense, el presidente Donald Trump amenazó a Pyongyang con «represalias de fuego y furia como el mundo nunca ha visto». El plan norcoreano que ha trascendido es sumamente concreto, indicio de que en verdad podría estar calculando un lanzamiento.