Coronavirus: truquitos para evitar la manía de tocarte la cara

Coronavirus: truquitos para evitar la manía de tocarte la cara

Una recomendación básica para evitar contagiarse de coronavirus es evitar tocarse la cara con las manos. Sin embargo, los seres humanos somos la única especie que nos tocamos la cara sin siquiera notarlo, un tema muy peculiar y mas ahora que sale a relucir una epidemia nunca antes vista y es el caso del COVID-19 y sus riesgos a nivel mundial.

Una recomendación básica para evitar contagiarse de coronavirus es evitar tocarse la cara con las manos. Sin embargo, los seres humanos somos la única especie que nos tocamos la cara sin siquiera notarlo, un tema muy peculiar y mas ahora que sale a relucir una epidemia nunca antes vista y es el caso del COVID-19 y sus riesgos  a nivel mundial.

El contagio del coronavirus podría estar impregnado por todas partes y en esta nota podrás encontrar consejos para evitar tocar tu rostro y así evitar un posible contagio, inicialmente publicados por el afamado portal The New York Times.

1- MANTENER UNA CAJA DE PAÑUELOS A MANO

Si pese al coronavirus, en algún momento existe la necesidad de tocarse el rostro ya sea para rascarse ante una picazón, ajustarse los lentes o quitarse alguna suciedad, por citar algunos ejemplos, es recomendable utilizar un pañuelo para evitar el contacto directo con las manos.

En caso de tener que estornudar y no tener a mano un pañuelo, se debe recordar la recomendación que brindan la mayoría de los profesionales de utilizar el flexo del codo para hacerlo, evitando en todo momento el contacto con las manos.

2- IDENTIFICAR A LOS DESENCADENANTES

Ante el riesgo de contagio por coronavirus, es necesario tomarse un tiempo para detectar cualquier tipo de comportamiento compulsivo que pudiera presentarse. Una vez que uno sea consciente de cuándo y por qué se toca la cara, abordar la causa podría resultar mucho más efectivo.

Si uno se encuentra frotándose los ojos porque están secos, se aconseja utilizar gotas humectantes, mientras que si se está usando la mano para descansar la barbilla o para ajustar el cabello, se debería tener en cuenta ese detalle para controlarlo.

Una alternativa para poder recordar cualquier tipo de costumbre o comportamiento involuntario es, por ejemplo, poner notas en la casa o el escritorio, de manera a que sirvan como recordatorios útiles.

Si pese al coronavirus, en algún momento existe la necesidad de tocarse el rostro ya sea para rascarse ante una picazón, ajustarse los lentes o quitarse alguna suciedad, por citar algunos ejemplos, es recomendable utilizar un pañuelo para evitar el contacto directo con las manos.

Si pese al coronavirus, en algún momento existe la necesidad de tocarse el rostro ya sea para rascarse ante una picazón, ajustarse los lentes o quitarse alguna suciedad, por citar algunos ejemplos, es recomendable utilizar un pañuelo para evitar el contacto directo con las manos.

3- MANTENER LAS MANOS OCUPADAS

Otra de las opciones válidas para dejar de tocarse el rostro con las manos, y así disminuir el contagio por coronavirus, es tener las manos ocupadas con algún objeto. Para ello, se podría recurrir a una de las llamadas “pelotas antiestrés” o inclusive algún bolígrafo, todo dependiendo de la creatividad de la persona.

Cabe recordar que, de acuerdo al consejo de los expertos, es recomendable desinfectar previamente la superficie del elemento a ser utilizado para tratar de lograr este objetivo.

Entre las sugerencias también podría incluirse el uso de jabón o loción perfumada ya que al acercar las manos a la cara, el olor que expide podría hacer que uno sea más consciente.

4- COMBATIR AL ESTRÉS

Para Stew Shankman, profesor de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad Northwestern, lo ideal sería que las personas trabajen en reducir su estrés sobre todo en lugar de preocuparse obsesivamente por lo que tocan.

“El estrés afecta su sistema inmunológico, y cuanto más estresado esté, más reducirá la capacidad de su cuerpo para combatir infecciones”, expresa el profesional al NYT.

Mientras las manos estén limpias, tocarse la cara no es catastrófico. “Es un comportamiento natural que todos hacemos”, sentenció el Dr. Shankman.

 

 

 

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