Brasilia. – La Corte suprema de Brasil incluyó en la investigación sobre la red de corrupción en la estatal petrolera Petrobras confesiones de un senador oficialista que involucró a la presidenta Dilma Rousseff, a su predecesor Lula da Silva y al vicepresidente Michel Temer.
Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) aceptó de ese modo, el miércoles por la noche, incluir el pedido del fiscal general Rodrigo Janot de sumar al expediente de la operación «Lava Jato» (lavadero de autos) ciertos trechos de las declaraciones hechas por el senador Delcidio do Amaral, en el marco de un acuerdo de «delación premiada».
El juez también retiró el secreto de sumario sobre los mencionados, sin que ello signifique que el STF abrirá forzosamente una investigación sobre ellos, precisó la estatal Agencia Brasil. Según las confesiones de Amaral incluidas en los legajos, Rousseff «estaba perfectamente al tanto» del proceso de compra de una refinería en Pasadena (EEUU) que resultó ruinoso para Petrobras.
Además, habría nombrado a un juez del STF con el objetivo de trabar las investigaciones de la «Lava Jato», conducidas por el juez de primera instancia Sergio Moro. Lula, por su lado, habría tratado de interferir para que el exdirector del Área Internacional de Petrobras, Nestor Ceveró, desistiese de llegar a un acuerdo de delación premiada con la justicia.
Y Temer habría «apadrinado» el nombramiento de un director de BR Distribuidora, una subsidiaria de Petrobras, en el centro de otro escándalo, relacionado con una presunta compra ilícita de etanol entre 1997 y 2000, durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).
Todos los mencionados ya habían negado previamente que esas sospechas tuviesen algún asidero. Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), se halla actualmente amenazada por un juicio de destitución (impeachment) que, de ser admitido en mayo por el Senado, la apartaría del poder. La sustituiría el centrista Temer, a quien la jefa de Estado acusa de liderar un «golpe de Estado» institucional.
La justicia electoral examina por su lado si la campaña de la fórmula Rousseff-Temer en 2014 recibió dinero procedente de los sobornos de la red de Petrobras. En ese caso, podría declarar nulas esas elecciones y convocar nuevos comicios, una salida que es preconizada por numerosos políticos, si bien los especialistas afirman que difícilmente habrá una decisión al respecto antes de 2017.
La esposa de Joao Santana, publicista de las campañas presidenciales de Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, dijo a fiscales que el exministro de Hacienda de Brasil Guido Mantega sirvió de «intermediario» de una contabilidad paralela para financiar la campaña Rousseff-Temer de 2014, informó el diario O Globo. Monica Moura, que colabora con la justicia, dijo que recibió con Santana unos 10 millones de reales (USD 2,8 millones al cambio actual) de empresas relacionadas con la «Lava Jato» que no entraron en las cuentas oficiales de la campaña. js/jt/llu Brasil-política-justicia-corrupción AFP