Cosas Añejas. Recorrido histórico, genealógico y prosopográfico (3 de 15)

Cosas Añejas. Recorrido histórico, genealógico y prosopográfico (3 de 15)

III. Juan José Canales, la víctima

En cuanto al padre Canales, Penson lo retrata como un hombre “querido y generalmente estimado… de regular estatura, grueso, de tez extremadamente blanca, cara redonda, con el pelo canuco, y que contaba poco más o menos de cincuenta y seis a cincuenta y ocho años de edad… Era de carácter, si no díscolo, al menos bastante malo, por lo cual tenía siempre sus disputas y se granjeó no pocas dificultades” (PENSON. ob. cit. págs. 134-135)

Por lo que se refiere a sus orígenes familiares, Juan José Canales Sexas nació en San Baltasar de los Arias, Cumanacoa, Venezuela y recibió las aguas lustrales el 21 de octubre de 1745, siendo el primero de los ocho hijos que tuvo la pareja conformada por Francisco José Canales Pujadas, capitán de la 1a compañía de milicias de blancos de San Baltasar y por Catarina Josefa de Sexas, a quien había tomado por esposa el 19 de agosto de 1743.

El abuelo paterno, Nicolás Canales, oriundo de Reus, Tarragona, fue el primero de los de su línea en incorporarse a la Carrera de Indias y, de acuerdo con el enjundioso estudio de Marcano, casó en Cumaná con Juana Estefanía de Pujadas y Herrera, hija del gaditano Luis Pujadas y de la sanluqueña Fabiana de Herrera (MARCANO, Pedro Elías. Consectario de la ciudad de Cumaná. Poligráfica Venezuela. Caracas, 1956. p. 32).

Hay que advertir también que Canales Sexas recibió las sagradas órdenes en su patria chica en 1769 y que se trasladó poco después a Santo Domingo, matriculándose en la universidad local y graduándose de bachiller en cánones y leyes en 1781. Posteriormente, en 1782, se le instruyó un expediente por haber desagradado con su sermón a los señores del Real Acuerdo, a saber, el regente don Luis de Chaves y los oidores Ramón Jover, Agustín de Emparán, Manuel Bravo y Joaquín Inclán.

Pero lo más relevante de todo el capítulo es que Canales, antiguo sacristán de San Nicolás, encontró su destino el 25 de mayo de 1786, tras caer asesinado a manos del abyecto Juan Rincón en su casa de la esquina formada por la calle del Estudio (actual calle Hostos) y el callejón de la Cruz (calle Salomé Ureña), local que suponemos ocupó el Café de la Reina durante el periodo de la Anexión y que luego ocupó el restaurante Mesón de Bari.

Al momento de su muerte, Canales se desempeñaba como defensor de obras pías y como clérigo domiciliario del obispado de Puerto Rico. Es prudente recordar que sus restos fueron depositados en la catedral ese mismo día por el teniente de cura Agustín Madrigal (AHASD. Catedral… Óbitos. L. 7, fol. 168 vo).

Este trágico evento, que conmocionó a toda la sociedad insular, fue brevemente resuelto por la picaresca en unas coplas que rezaban:

A veinticinco de mayo
víspera de la Ascensión
mataron al Padre Canales
el pícaro de Rincón
Instituto Dominicano de Genealogía

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