La fiscal Mirna Ortiz, Coordinadora de Litigación de la PEPCA, adelantó en un programa de televisión donde la entrevistaron que “habrá muchas cosas nuevas” en el caso Medusa, que tiene como principal imputado al exprocurador General de la República Jean Alain Rodríguez.

La funcionaria explicó a sus entrevistadores que cada paso que dan los investigadores, cada hallazgo con el que se tropiezan, apuntan a una nueva línea de investigación, a un nuevo involucrado, razón por cual durante el proceso se han ido añadiendo personas, cuyos nombres se conocerán cuando el Ministerio Público presente al tribunal su acto conclusivo.

Y aclaró que ni ella, que lleva alrededor de 16 años de carrera dentro del Ministerio Público, ni el resto de los actores del sistema que trabajan en esa investigación le deben la posición que ocupan al exprocurador, por lo que su compromiso es con la Constitución, la Ley y el país.

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Como las desgracias nunca vienen solas, según dicen por ahí y a veces con muchísima razón, es razonable suponer que Jean Alain y sus abogados, que han perdido todos los recursos con los que han tratado de obtener su libertad, están preocupados, como lo están también esas otras personas que al decir de la fiscal Mirna Ortiz serán incluidas en el expediente acusatorio.

Cada quien sabe lo que hizo y hasta dónde se comprometió, por lo que no hay porqué dudar que a partir de esas declaraciones empezarán a contactar abogados, si no es que lo hicieron ya. La mala racha del exprocurador obliga a prepararse para el peor de los escenarios, como lo sería debutar como imputados en un expediente de corrupción “muy doloroso”, como lo describió la Coordinadora de Litigación de la PEPCA en la entrevista.

Y con el que se ha demostrado, agrega un servidor, que la corrupción peledeísta no se detuvo en la puerta de ningún despacho ni respetó ninguna institución, incluyendo -¡barbarazos!- la llamada a perseguir ese delito.