Temor. Cuidado tuvieron que ser alterados
La falta de movilidad, junto a los maltratos y la discriminación los afectan, sobre todo a aquellos con problemas de salud mental.
La pandemia de la covid-19 ha dejado grandes secuelas psicológicas y motoras en los adultos mayores del país, debido principalmente al aislamiento y la poca movilización dentro de los hogares.
Por temor al contagio, los arreglos del cuidado tuvieron que ser alterados, lo cual dejó a las personas mayores sin las atenciones habituales. “La situación es aún más crítica para aquellos individuos que padecen demencias, pues el aislamiento produce un aceleramiento de su deterioro mental y físico”.
Las conclusiones son de María Fernanda Ortega Marte en la publicación “Las personas mayores de República Dominicana ante la covid-19” como parte del libro “Enfrentado la covid-19 en el Caribe: experiencias en República Dominicana y Cuba” que recoge los textos de varios autores.
Establece que en los centros de salud el tema de la edad alcanzó dimensiones sin precedentes, pues ante la escasez de equipamiento para atender los casos, el personal médico “priorizaba” los casos que debían ser atendidos en función de la probabilidad de vida.
Otro problema que enfrentaron los adultos mayores fue el incremento de la violencia de parte de los familiares o de los cuidadores más cercanos, en los períodos de cuarentena obligatoria.
También los brotes del virus que se originaron en los centros de cuidados que provocaron varias muertes y dejaron una población doblemente aislada y con gran temor al contagio.
Por otro lado, quienes permanecieron en sus hogares vieron reducida su movilidad, lo cual a simple vista puede parecer inofensiva para los afectados, pero que sin embargo deja secuelas en el cuerpo.