Creación simbólica y mística de Josanny Moní

Creación simbólica y mística de Josanny Moní

Josanny Moní es una grandiosa portalira de las letras dominicanas. Su creación poética es un testimonio ejemplar del arte de la creación verbal. Oriunda de Miches, miembro del Ateneo Insular y cultora del ideario estético del Interiorismo, nuestra agraciada poeta hace de sus intuiciones sensoriales la fuente de su lírica entrañable; de sus inspiraciones interiores, el cauce de su creación poética; y, de sus revelaciones espirituales, la clave de su aliento místico, fuero y eco de los fluidos sensoriales y los efluvios suprasensibles que iluminan su talento creador y alientan los elocuentes versos del poemario. La herida que no sangra, testimonio de su sensibilidad estética y veta de su conciencia trascendente.

La creación poética es la actividad del espíritu más profunda, más luminosa e inspiradora. ¿Saben por qué? Porque la creación poética es producto de la intuición, la inspiración o la revelación. La intuición es el poder perceptivo de la conciencia, que capta el sentido de fenómenos y cosas; la inspiración es el soplo de lo viviente, que ilumina el valor de los efluvios sobrenaturales; y la revelación es la iluminación de lo Alto, que enciende la espiritualidad trascendente. Los poetas se valen de esas tres manifestaciones de la realidad para crear el arte de la expresión estética, canalizar su valoración de la conciencia y testimoniar su creación para enaltecer la belleza y el sentido que edifica, ilumina y embriaga.

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Josanny Moni, cuya lírica enaltece la conciencia, sabe hacer un uso ejemplar de la intuición; y, si le ponemos atención a lo que escribe, nos preguntamos: ¿¡cómo es posible que esta joven autora haya creado imágenes estéticas y formalizado vivencias para darle un sentido trascendente a la realidad que conocemos y a las vivencias que experimentamos!? Porque ella canta sus emociones; expresa las intuiciones que percibe en su contacto con lo viviente; y hacer lo que ella hace, es decir, darle forma estética y sentido espiritual a lo que la realidad le brinda y, desde luego, interpretar de manera espiritual y simbólica lo que la realidad sugiere, es lo que hace Josanny Moní cuando escribe, para lo cual, naturalmente, se requiere un talento especial, como lo tiene ella, que sabe convertir en imágenes sensoriales con valor estético y espiritual lo que su intuición percibe.

Sin duda alguna, vino al mundo dotada de un singular talento creador, con el don de la palabra, la gracia estética y la sabiduría espiritual que tienen los genuinos creadores, en cuya virtud pueden decir y enaltecer lo que sienten y valoran. Esa es la grandeza de una creadora como Josanny Moní, que, desde que adquirió consciencia de la realidad, desde que se dispuso a testimoniar lo que intuye y valora, plasma una creación estética, original y auténtica para el enriquecimiento de la lírica dominicana.

Tres grandes virtudes estéticas y espirituales exhibe la creación poética de Josanny Moní: auscultación en el interior de la conciencia; vivificación espiritual de símbolos bíblicos; y recreación estética de vivencias místicas.

Auscultación en el interior de la conciencia

Quien lea con atención la poesía de Josanny Moní podría darse cuenta de que ella capta una faceta singular de lo viviente a la luz de la belleza sensorial y el sentido trascendente. Percibe también, no solo la faceta sensorial, sino la vertiente suprasensible de fenómenos y cosas, por lo cual canaliza peculiares fluidos y singulares efluvios de lo viviente. Dije “fluidos” y “efluvios”. Los fluidos son los rasgos sensibles de las cosas; y los efluvios son las manifestaciones suprasensibles de los fenómenos de la naturaleza, entre los cuales figuran las irradiaciones estelares del Universo, que se manifiestan en sonidos, imágenes, destellos, aromas y señales secretas para lo cual hay que tener un singular desarrollo de la sensibilidad profunda, como la tiene Josanny Moní. Nuestra admirada poeta tiene también una inteligencia sutil con singular hondura y perspicacia, con una notable dotación del arte de la creación poética porque sabe intuir y recrear los rasgos suprasensibles de lo viviente. Entonces, por esa triple dotación intelectual, estética y espiritual de nuestra poeta, su obra tiene versos que deslumbran, estrofas que iluminan y expresiones que señalan la dimensión singular y trascendente de lo viviente con las señales sutiles desde la faceta interior, esencial y mística

La inspiración estética, simbólica y mística de Josanny Moní revela una grandiosa dotación de su talento creador, evidencia su gracia poética y su sabiduría espiritual, canal de su fecunda sensibilidad empática y eco de su elevada conciencia sutil, potenciada con las vivencias entrañables de su infancia (en la Mina de Oro, primor de Miches), pues ha experimentado singulares señales que la distinguen entre las poetas dominicanas, cauce de su alta dotación estética y espiritual para canalizar lo que nutre su sensibilidad y atiza su conciencia con cuyos dones sabe enaltecer, embellecer e iluminar su creación con gracia, talento y encanto.

Vivificación espiritual de símbolos bíblicos

En el poemario La herida que no sangra podemos apreciar tres importantes facetas inspiradoras de Josanny Moní: la realidad natural, que la autora asume para articular la sustancia de su creación; la realidad interior, que la poeta privilegia con la veta de su contemplación; y la realidad verbal, cauce de la valoración conceptual y estética de fenómenos y cosas.

En el poema “Frente al Gólgota”, título traslaticio y simbólico, podemos apreciar esas tres realidades y, desde luego, el sentido de la creación poética a la luz de lo viviente con el eco de la sabiduría espiritual del universo, herencia del inconsciente colectivo de cuya fuente mana un conocimiento trascendente canalizado en las irradiaciones estelares del universo. En tal virtud, la autora recrea el simbolismo de un árbol, del que aprecia un caudal de voces milenarias, y, frente al dolor de lo viviente, evoca el calvario del Gólgota donde martirizaron al Divino Nazareno, símbolo paradigmático del dolor indecible, evocación que proyecta el ideario espiritual que se refleja en esta obra, vivo reflejo de una conciencia estremecida por la “dolorosa pasión” del Crucificado Redentor que la poeta revive en sus entrañas para simbolizar su dolor y su angustia cuya obra es un elocuente testimonio de su conciencia espiritual, nutrida de las “voces milenarias” de la sabiduría espiritual del Numen cósmico:

Josanny Moní tiene consciencia de su fina dotación espiritual y de los atributos que la distinguen y enaltecen, no solo por su encanto personal, sino por la belleza de su alma y la finura de su intelecto cuya creación, iluminada con la gema sutil de luz divina y el rutilante fulgor de la sabiduría sagrada proveniente del Nous de lo Alto (“La cruz no era un madero de corazón de piedra” y “La sombra no era la envidia de un cuerpo sin presencia”), expresiones reveladoras de la grandiosa dotación que encarna su conciencia sutil, que su lírica plasma a la luz del ideario estético del Interiorismo con singular significación estética, simbólica y mística en el arte de la creación poética, como lo revelan los versos del “Canto a la creación”:

En “Toma Tú mi carga” la grandiosa autora de esta obra poética logra el más alto vuelo estético, simbólico y místico de su sensibilidad profunda. Se trata de una meditación de alto alcance trascendente; de una singular connotación espiritual que concita un estremecimiento interior en el fondo entrañable del alma, desde la veta profunda del espíritu y mediante el Logos de la conciencia de quien siente la llama sutil del Universo, se siente hija predilecta del Altísimo y se sabe llamada a testimoniar su concepción mística de lo viviente, y, al ofrendar su creación a la Divinidad, su palabra es eco del Logos primordial de lo viviente, cauce de la sabiduría espiritual del Numen cósmico y veta de la sabiduría sagrada del Nous de lo divino en un poema que exalta la pasión del Crucificado del Gólgota:

En fin, el arte literario de Josanny Moní, plasmado en este hermoso y cautivador poemario, enaltece el ideario estético del Interiorismo al tiempo que honra el cultivo de la lírica y exalta el arte de la creación verbal con una obra poética que emociona, edifica y arrebata por sus connotaciones estéticas, simbólicas y místicas. El “dolorido sentir”, motor de la creación poética de Josanny Moní, nace de unas vivencias entrañables tan intensas y luminosas que su sensibilidad y su conciencia participan de una relación empática con lo viviente, al tiempo que su lírica hace de sus experiencias interiores la sustancia de su inspiración lírica, simbólica y mística con singular valor estético y literario.

(Extracto de la conferencia presentada en Encuentro interiorista del Ateneo Insular el 24 de mayo de 2024. Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz, El Caimito, La Vega)

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